Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Una vinoteca con solera en Melide

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

MELIDE

SANDRA ALONSO

La tienda de caldos de Manuel Ferreiro acoge una colección de sifones, testigo de la extinta fábrica de gaseosas familiar

04 sep 2018 . Actualizado a las 13:54 h.

Manuel Ferreiro no se aventura a afirmar si la vinoteca que regenta en Melide es con más de un millar la que más referencias tiene en cartera de la comunidad, pero no titubea cuando dice que sí es «a que ten máis encanto». Y le sobran méritos. Además de conservar la estética que recuerda a las tiendas de antaño -con techos altos, escaparates de enormes cristaleras y balaustrada interior en madera-, el establecimiento custodia icónicos objetos que testimonian lo que fue un centenario negocio familiar que perpetúa el nombre original: Ribeirao. Al igual que Manuel Ferreiro el de pila y apellido de su abuelo, fundador en 1912 de una ferretería de la que hoy todavía queda constancia en el letrero de una de las fachadas del establecimiento, también singular por sendas entradas que aún hoy los vecinos utilizan, y agradecen, como lugar de paso entre las rúas Camiño de Ovedo y O Convento.

Con especial aprecio conserva este empresario melidense un sifón con el capuchón de plomo y el nombre de la casa grabado en el cristal. Es vestigio de la fábrica de gaseosas que su abuelo tuvo a mediados del siglo pasado, y el único de esas características de una colección de más de 500 de esas singulares botellas que Manuel Ferreiro expone en un rincón de la espaciosa vinoteca que atiende en el casco histórico melidense junto a su mujer María del Carmen Pazo. «Os sifóns de Ribeirao están todos gravados no capuchón; este é o único que atopei co gravado no cristal», explica el valor de la pieza. La colección surgió cuando en 2011 el negocio familiar -que hasta entonces y desde la década de los 70 había funcionado como bazar- se transformó en vinoteca. Cuenta su gerente que «se liquidaron as excedentes de mercancía da casa, entre as que se atopaban máis de cincocentos sifóns e dúas mil botellas de gaseosa da antiga fábrica do meu avó».

Puso parte del género a la venta y acertó de lleno. «Tiveron moito éxito, vendéronse moito porque eran un recordo para moita xente que se acordaba da fábrica aínda que levaba moitos anos pechada», comenta Manuel Ferreiro. «Gaseosas Ribeirao. Mellid», recuerda y subraya, con lamento, el topónimo válido para el persecutorio franquismo. De todo el estocaje, indica, «quedei cos sifóns que eran diferentes; fixen unha selección en función da cor e do gravado, co que non hai ningún repetido». Y, a partir de ahí, la colección «foise ampliando con sifóns de fábricas que pecharon, con outros que merquei por Internet e agasallos», cuenta. El caso es que la exposición, que clasifica los sifones por la provincia de procedencia -hay de más de una treintena-, «chama moito a atención da xente, que se fai fotos aí constantemente». Pero lo que hace peculiar la muestra, que no deja a nadie indiferente por su distribución, amplitud y colorido, son para Manuel Ferreiro las maquinas restauradas con las que llenaban las gaseosas en la extinta fábrica familiar.

La colección de sifones de Ribeirao le concede identidad histórica al sector comercial en Melide, representado, en este caso, por una familia que supo reorientar el negocio, adaptándolo a los cambios y necesidades que sobrevienen con el paso del tiempo. La transformación en una vinoteca que echó a andar con 300 referencias de caldos, que hoy son más de mil y en la que se trabaja con la aspiración de llegar a las 3.000, partió de la experiencia e inquietud del nieto del fundador del negocio familiar. «Gustábame coñecer marcas e bodegas, e o que fixen foi ampliar a distribución que xa tiñamos de viños, poñendo un mostrario ao alcance do público e non só dos profesionais da hostalaría», cuenta Manuel Ferreiro. Siete años después de que el negocio se centrase en la venta de vinos, «a nosa idea é tamén facer catas formativas, de degustación, organizar viaxes ás bodegas e, moi proximamente, abriremos a venta por Internet», apunta. Atendiendo a esa idea de negocio, en el establecimiento se acondicionó, recientemente, un aula formativa.

Y también con la vista puesta en el futuro, Manuel Ferreiro indica que «a nosa intención é ter viños de todas as Denominacións de Orixe de España, que son máis de sesenta». De esas, actualmente, en tienda «temos vinte e cinco, ademais dun surtido amplo de Rioja, Ribera del Duero, das cinco Denominacións de Orixe de Galicia, e una representación pequena doutros países produtores como Italia, Francia ou Argentina». Y sí. «Melide é capaz de soster unha tenda con esta cantidade de referencias», asegura en gerente de Viñoteca Ribeirao, quien apunta, con todo, que «supoñen un gran apoio» la temporada estival, por el retorno vacacional de los emigrantes, y el Camino de Santiago. De hecho, la demanda de los peregrinos les proporcionó experiencia para la venta por Internet, ya que se les envía la mercancía a domicilio.

Más de 500 botellas forman la colección, con piezas de más de treinta provincias