El autor de la obra, Jacobo Vaamonde, de 12 años, utiliza una colección de «clicks» de más de 2.000 piezas
29 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.«Ser diferente de otras personas no es nada malo, yo respeto los gustos de los otros igual que me gusta que también respeten los míos». Tiene solo 12 años y, sin ser consciente por la inocencia propia de la edad, deja una lección de tolerancia muy necesaria en los tiempos que corren. Se llama Jacobo Vaamonde y la reflexión la hace en el primer libro que firma este pequeño estudiante de Melide que cursa primero de secundaria en el IES. Jacobo y su mundo es el título de la obra, en la que cuenta sus gustos, inquietudes, aventuras personales, y también alguna inventada.
A Jacobo no le gusta el fútbol, tampoco los videojuegos, ni demasiado la televisión. Recomienda en el libro que «nunca os dejéis llevar por las opiniones de los que quieren cosas que no os gustan; vosotros tenéis que saber el camino que queréis seguir», y el suyo, apostilla, «son mis playmobil». Y así es. Porque su colección de la mítica línea de juguetes de creación germana cuenta con más dos mil piezas, y unos trescientos «clicks», como se llaman los famosos muñecos articulados. El primero se lo regalaron cuando tenía 3 años. Lo tiene perfectamente identificado. Al igual que al resto de las figuras, todas bautizadas por Jacobo con nombre y apellidos, y con oficio asignado. Y es que la colección constituye el fantástico universo lúdico del imaginativo pequeño, al que poder recrear la vida misma es lo que más le fascina de «mi mundo Playmobil».
Cuenta en el libro que «todo lo que veo que ocurre en la realidad, lo represento en mi mundo playmobil», del que también forman parte dos amigos a los que dedica un capítulo de la publicación porque «mis amigos y amigas del cole y los que vendrán en el instituto también son muy importantes», escribe Jacobo Vaamonde. Sus estudios y actividades le restan tiempo para dejar volar más su imaginación y creatividad en la habitación que acoge la colección de Playmobil, «donde pasa muchas horas, aunque menos de las que quisiera», cuenta su madre, Dolores Rodríguez. Bajo la atenta supervisión de su padres, Jacobo situó en la calle más de cien ejemplares de un libro que hasta él mismo financió.
El estudiante de primero de ESO se adentra en el audiovisual con un canal en YouTube
Además de los Playmobil, a Jacobo Vaamonde le gusta, cuenta, «el mundo audiovisual». De ahí que varios capítulos de su libro los dedique a hacer partícipe al lector de una afición en la que avanza, con paso firme, para ser el día de mañana un profesional del sector. «Tengo mi equipo de cámara, micros y focos; con ellos hago mis grabaciones que después cuelgo en mi canal de YouTube», desvela en la publicación. Se llama Jacobo y sus amigos, y suma más de doscientos suscriptores y unas 13.000 visualizaciones. Desde que lo abrió hace casi dos años, este jovencísimo estudiante de Melide subió treinta y cuatro vídeos, en muchos de los que deja constancia de las aventuras con sus inseparables «clicks». A su canal en YouTube le dedica parte del fin de semana: «Grabo los vídeos los viernes y los subo los sábados por la tarde», comenta.
Además de utilizando esa herramienta, Jacobo Vaamonde enseña su devoción por los Playmobil a través de un perfil en la red social Instagram: mundo.playmobil. Con el apoyo de su tía Elena, los enseña en escenas que recrean situaciones reales y en instantáneas tomadas en viajes. La captada hace poco más de un año en las Islas Cíes llamó tanto la atención de la compañía de juguetes que se sirvió de ella para la cuenta oficial de la marca.