Vecinos de Melide denuncian el estado de la red viaria: «Cos impostos, a pista estaría máis que arranxada»

Natalia Rodríguez Noguerol
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Las pistas de asfalto y los caminos que se abrieron en parroquias como Maceda cuando se concentraron las tierras para garantizar el acceso a todas las fincas presentan un acusado deterioro o son pasto de la maleza

25 oct 2023 . Actualizado a las 05:05 h.

En pleno período de pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), o, lo que es lo mismo, de la contribución, los vecinos de Maceda, en Melide, tienen la sensación de que lo que abonan por sus propiedades a la Diputación de A Coruña, organismo en el que el Concello melidense tiene delegado el cobro del IBI, cae en saco roto. La red viaria de la parroquia —la única, junto con la vecina Orois, con la concentración parcelaria— está hecha unos zorros. Las pistas de asfalto y los caminos que se abrieron cuando se concentraron las tierras para garantizar el acceso a todas las fincas «están aí para ver», emplaza José Miguel Liñeira.

Sin ir más lejos, la pista que conduce desde su explotación familiar, en el lugar de Castiñeiroa, hasta A Cruz de Baltar no sobrevive al invierno. Hay tramos que no tienen más de un metro de ancho asfaltado, y por ella transitan a diario el bus escolar, maquinaria agrícola, y vehículos pesados, además de turismos particulares. Y es que la pista conduce a una casa rural, a unas cuantas granjas, y a una quesería, además de a las viviendas de los vecinos. «Pagamos uns impostos cos que a pista estaría máis que arranxada», reivindica una afectada, que dice no estar «pedindo nada por capricho; é unha necesidade». El sentir vecinal es generalizado. Raquel Cagide es la carretera que tiene para desplazarse al trabajo. La recorre en coche hasta cuatro veces al día, y las cuatro, la sufre. De hecho, «xa levei o coche catro varias veces ao taller; dúas polos amortecedores», cuenta la mujer, que recuerda que la pista «empezou a ter algún fochanca pequena hai catro anos, pero agora está intransitable».

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En el consistorio melidense, los gobernantes tienen conocimiento del estado de la red viaria municipal en Maceda. «Estamos cansos de pedir, polo que se non poñen unha solución, hai que tomar medidas para reclamar polos danos», comenta Raquel, quien apunta que la pista incluso se utiliza para desplazarse a Arzúa y a Santiago, al evitar el rodeo que se da por Melide. Y si por las vías asfaltadas resulta difícil transitar, por los caminos de la parcelaria, imposible.

La mayoría ni se ven. La maleza los invade de tal manera que «a roza vai haber que facela a man; non hai máquina que valla», apunta un vecino tras explicar que también se acumula madera de árboles como el eucalipto y el abedul, entre otros. Y es que los caminos de la parcelaria no tienen un mantenimiento desde hace seis años, según apuntan los afectados, que son, en casos, quienes desbrozan ante la falta de actuación municipal. De poco sirve, cuando «despois de ir alí —al consistorio— veñen e rozan algo», porque «dicir que se ande ben por un non se pode».