El champú sólido, el jabón-esponja y los cuarenta perfumes del tocador de la reina
PADRÓN
Vanesa se quedó en paro, pero nunca se quedó quieta. Acaba de abrir La Reina de Saba, una perfumería a granel en Vilagarcía
10 feb 2019 . Actualizado a las 13:14 h.«Imagínate quedarte en paro con 39 años...». Por desgracia, son muchas las personas que no tienen que tirar de imaginación, sino de memoria, para afrontar el reto que nos lanza Vanesa Cea. Todas y cada una de las personas que durante la crisis se quedaron sin empleo afrontaron su nueva situación como pudieron. La mujer que nos habla lo hizo echando mano del movimiento. Del movimiento imparable. «Yo trabajé 13 años de administrativa, y con el batacazo de la crisis me quedé en la calle». Como no quería quedarse quieta, se hizo un hueco en el mundo de la hostelería, pero descubrió que era «terrible». Luego su vida dio un salto y la recolocó en una tienda de souvenirs de Santiago, «e se a hostelería era terrible, isto aínda era peor». Aún hizo Vanesa un intento más, esta vez en el terreno del márketing, antes de decidir que ya estaba bien de probar suerte por cuenta ajena. Que había llegado la hora de asumir el gran riesgo y convertirse en empresaria-emprendedora. En su propia jefa. En la dueña de su negocio.
Lo primero que tenía que buscar Vanesa era algo que hacer. Algo que le gustase lo suficiente, que la motivase para luchar con uñas y dientes todos los días. Y encontró la respuesta en el mundo de los olores: decidió montar un comercio en el que los perfumes se vendiesen a granel. «Como se hacía antes», dice. Ella, que es de Padrón, miró bien el mapa antes de decidir dónde establecer su negocio. Y optó por Vilagarcía. Por proximidad, y «porque aquí no había nada de este estilo». Así que se puso manos a la obra y hace unos días abrió sus puertas La Reina de Saba, en la calle Gumersindo Nartallo.
Pegadas a las paredes de este local, perfectamente ordenadas y brillantes, se alinean cuarenta garrafas de cristal. En su interior hay un líquido de hermoso color dorado. Son los perfumes que ha fabricado un laboratorio español. Se elaboran estas esencias «a base de componentes naturales, de gamas aromáticas actuales y fácilmente reconocibles», según nos cuentan en la tienda.
En frasco de cristal
¿Y cómo nos las llevamos a casa? Pues, como dice Vanesa, como se hizo durante muchos años. El cliente llega a esta pequeña tienda, olfatea el material y elige el aroma. Y elige, también, el tamaño del bote de cristal en el que se lo llevará a casa. Cuando se acabe esa primera remesa, no tendrá el comprador más que volver a la tienda y rellenar el frasco. «Si cambia de perfume, le cambiamos de frasco sin que eso le suponga un gasto», explica Vanesa.
Esa perfumería a granel es el centro del negocio que la padronesa ha puesto en marcha. Pero en la Reina de Saba se pueden encontrar muchas más cosas. Hay jabones naturales, hay cremas, hay velas y perfumes para el hogar... La lista sigue, y en ella se incluyen algunos productos realmente sorprendentes. Desde jabones con esponja incorporada, hasta champú sólido, dos productos pensados para los viajes. También jabón en láminas, una suerte de sustitutivo de las dañinas toallitas que «resulta muy útil si tienes niños pequeños». Jabones ecológicos para hacer la colada y lavar los platos...
Vanesa vive, desde que abrió la puerta de su establecimiento, con los dedos cruzados. Los primeros días no fueron fáciles. Pero poco a poco, los clientes van entrando. Ella espera que se hagan habituales. Que el negocio florezca.