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El prior del convento, Francisco Honrubia, asegura que los badajos y yugos estaban «hechos harina»
06 dic 2019 . Actualizado a las 08:49 h.Las campanas de la iglesia del convento franciscano de Herbón, en Padrón, volverán a sonar el domingo como nunca, tras la restauración de los badajos, yugos y juegos de roldanas que acaba de realizar la empresa especializada Hermanos Ocampo, de Caldas de Reis. Los trabajos concluyeron ayer y, según explica el prior del convento, el padre Francisco Honrubia, los yugos estaban «hechos harina» y los badajos algo parecido, de ahí que el convento se decantó por una restauración integral de las piezas de las tres campanas que, en total, suman alrededor de 1.500 kilogramos de peso.
El propio convento se hace cargo del coste de los trabajos, que supera los 3.000 euros, según explica el prior, y que incluyeron adaptar las campanas, que están en buen estado, a la normativa vigente de Patrimonio en cuanto a la imposibilidad de volteo para evitar el riesgo de daño en la cimentación del campanario.
La comunidad del convento decidió no electrificar las campanas, apostando por el modo tradicional de tocarlas, en parte por el elevado coste, pero también porque, de momento, hay quien las toque manualmente. No obstante, el prior avanza que en un futuro se lo plantearán, porque la edad de los frailes no les permite seguir con el trabajo manual.
Hasta entonces, este domingo, festividad de la Inmaculada Concepción, Herbón volverá a escuchar el ruido de las campanas de la iglesia del convento, que también suenan todos los domingos, festivos destacados y novenarios.