Manuel Caamaño gana un litigio a un vecino de Santa Comba y a un banco por la adquisición de un terreno suyo
18 nov 2016 . Actualizado a las 23:41 h.Manuel Caamaño Turnes, vecino de Santa Comba que desde 1984 reside en Berna y apenas visita Galicia, salvo, explica, «para ver a mi madre y a mi hija una vez al año», ha conseguido recuperar una finca de dos hectáreas situada en el municipio de Mazaricos tras un largo y engorroso litigio que lo enfrentó durante años a varias entidades bancarias y a otro vecino de Santa Comba, José Antonio C. A.
«Estaba en Suiza y me enteré por un anuncio de que mi finca estaba a la venta y sin que yo diese ningún consentimiento», relata Manuel Camaño, por lo que inició un proceso judicial que se dio de bruces con varios imprevistos. Uno de ellos fue que la finca de Mazaricos estaba afectada por lo que técnicamente se denomina doble inmatriculación, lo que implica que la misma parcela está inscrita en dos folios diferentes y con distinto número.
El anuncio que vio pertenecía a una inmobiliaria del entonces Banco de Galicia, por lo que su abogado inició contactos con esta entidad para aclarar lo ocurrido y notificar que el terreno a la venta era de su propiedad. Durante el proceso entre ambas partes, la entidad financiera pasó a pertenecer al Banco Popular y la finca fue adquirida mediante una hipoteca. Caamaño afirma que este terreno de Mazaricos pertenecía a su familia, por lo cual entiende que no debería haber duda alguna sobre la propiedad de este terreno.
El proceso se complica aún más cuando la frondosa finca de dos hectáreas se ha convertido, lamenta, «en un terreno destrozado» después de una tala. Y aunque la reciente sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña ratifica una sentencia anterior que le concede una indemnización por los árboles talados pero Caamaño Turnes resalta que no compensa todo este proceso.
El fallo de la Audiencia, que es recurrible, desestima el recurso del Banco Pastor -entidad en la que recayó la hipoteca tras la fusión con el Popular-, que planteó que el Banco de Galicia había tomado posesión de la finca en el año 2002, por lo que el propietario podría haber perdido el derecho sobre la misma, una circunstancia que no fue estimada en el fallo, que tiene en cuenta que Caamaño reside en Suiza desde 1984.