El restaurante, ahora en manos de Enrique Reigosa, abrió estos días de nuevo sus puertas
24 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Llegó el momento. Después de nueve meses cerrado con motivo de la jubilación de su anterior responsable, el restaurante Mazo de Santa Comba abrió estos días sus puertas de la mano de Enrique Reigosa. Un antiguo empleado que consiguió una cesión por varios años de este restaurante. Está situado a 15 minutos de Lugo y es una de las infraestructuras de uso turístico recuperadas por la Deputación.
Su experiencia trabajando en este restaurante durante más de ocho años hace que Enrique conozca los gustos y preferencias de sus clientes. Por eso apuesta por mantenerlo tal y como estaba, porque «a xente gustáballe», y también por ofrecer el mismo menú que antes: entrantes, croquetas caseras, pulpo, carne, zamburiñas, anguilas... y, cómo no, postres caseros. Comidas típicas de Galicia y que nadie marcha sin probar.
Además, la naturaleza y vegetación que envuelven el restaurante, junto con las vistas directas al Río Chamoso, uno de los afluentes del Miño, hacen especial este lugar.