Santiago de Compostela conserva una de las principales comunidades franciscanas de España, pero su monumental convento ya solo está dedicado hoy en parte a fines monásticos. Buena parte del histórico edificio es hoy un hotel de cuatro estrellas, gestionado ?como no podía ser de otra manera? con criterios empresariales, pero cuya titularidad sigue siendo de los Padres Franciscanos. El convento tiene sus orígenes a comienzos del siglo XIII, cuando el propio san Francisco peregrinó a Santiago de Compostela acompañado de un grupo de seguidores y fundó una comunidad junto a la tumba del Apóstol. El antiguo refectorio conventual, abovedado, es del año 1726. Allí es donde hoy se celebran los banquetes (bodas, congresos...) encomendados al servicio de restauración del hotel, toda una referencia gastronómica. Alojarse allí permite, entre otras cosas, disfrutar de dos magníficos claustros cubiertos. Del conjunto forma parte también la iglesia conventual, ante la que se alza el monumento al santo de Asís, una de las más valiosas obras de Asorey.