El palacete y el parque de la finca do Espiño se remodelarán a la vez

x.m.c. santiago / la voz

SANTIAGO CIUDAD

ALVARO BALLESTEROS

La zona verde, prevista primero, podría quedar dañada

27 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El próximo mes de enero se procederá a la contratación de las obras del parque de la finca do Espiño. Iba a hacerse esta semana, puesto que Raxoi ye cuenta con el pliego de condiciones, pero no hay autorización para desarrollar el proceso licitador, así que se hará a la vuelta del próximo ejercicio. El parque público tendrá una superficie de 18.000 metros cuadrados y se convertirá en uno de los espacios verdes más atractivos de la ciudad en virtud de la foresta existente y de las especies centenarias que pueblan la zona. En ese ámbito estará abierta asimismo la casona modernista que hoy expone sus ruinas.

Lo de «abierta» es la intención clara del gobierno compostelano, pero su reconstrucción es lo que más quebraderos de cabeza genera en Raxoi. Hay un proyecto ahí aguardando del prestigioso arquitecto galo Jean Nouvel, pero es inviable.

Sin accesibilidad

Y es que hace unos años los proyectos arquitectónicos (incluso los de diseño como este, o precisamente por ser de diseño) no tenían en cuenta aspectos como la accesibilidad. En el palacete de Espiño no figura ningún ascensor, ninguna escalera adaptada ni ninguna medida de accesibilidad para los minusválidos.

Pero además, y en una época en que la economía no solía representar ningún obstáculo, la restauración contemplaba unas estructuras e instalaciones cuyo mantenimiento energético se haría insostenible para las arcas municipales. Un proyecto de este tipo en esta época es, para la administración compostelana, un lujo que no se puede permitir.

En ese sentido, el Concello está está fijando los criterios de la remodelación del inmueble de forma que, aplicando unos sistemas de sostenibilidad adecuados de acuerdo a la normativa vigente, no represente una carga económica para el Concello.

Teniendo delante una documentación sobre el palacete como tiene Raxoi, la medida que seguramente se va a adoptar es la de restaurar el edificio tal como sus progenitores lo trajeron al mundo y con calidad. Es lo que está sobre la mesa de cara al año que viene, en que se dará una solución definitiva.

La concejala de Urbanismo, María Pardo, considera que la actuación de Espiño habrá de ser un ejemplo para las edificaciones que se ejecuten o restauren con recursos públicos, en las que el mantenimiento debe resultar poco gravoso. Es como una alusión a la existencia en el parque arquitectónico público de edificios con costes significativos para el erario.

Modernista

La casona de Espiño es uno de los poco edificios modernistas que existen en Compostela y de ahí el interés en su conservación tal como nació y adaptado con calidad a las necesidades actuales. El pasado año el Concello acometió una serie de intervenciones para reforzar la estructura de del palacete, que sigue ofreciendo una estampa claramente ruinosa.

El gran problema que se presenta en la ejecución de los elementos públicos de la finca de Espiño es que si se acomete antes el parque, sobre lo actuando pasarían luego los camiones para realizar la reconstrucción del palacete. «Es un absurdo», resalta la concejala María Pardo, quien aboga por ejecutar las dos actuaciones a la vez a fin de evitar el entuerto. Eso, siempre que se llegue a una solución con el palacete. El gobierno local mantiene su voluntad de recuperarlo.

Tanto para esta obra como para el parque, el Ayuntamiento de Santiago dispondrá de 2,3 millones de euros de la empresa promotora de la operación Espiño, Layetana.

«Hay que ir al modelo de edificios menos gravosos en cuanto al mantenimiento»

María Pardo