Cierra el Don Juan tras cuatro años en el punto de mira por sus irregularidades

Trataron de evitarlo con un recurso ante el contencioso-administrativo, pero no pudo ser. El Don Juan, el mítico local nocturno de la calle Alfredo Brañas, cerró sus puertas tras más de tres décadas de actividad y cuatro años en el punto de mira por distintas irregularidades que tienen que ver con las seguridad y la normativa urbanística para instalaciones de este tipo. Ayer, el pub apareció sellado con un precinto del departamento municipal de Disciplina Urbanística, una sección que vela desde hace meses por el cumplimiento de la normativa en locales de ocio en el centro de la ciudad.

Los dueños del local ya habían recibido hace casi un mes una notificación del Concello de Santiago instándoles al cierre. La administración local dio esa orden en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia del mes de abril que confirmaba otra anterior del contencioso-administrativo en la que se revocaba un acuerdo del Concello que levantaba la orden del cierre del local, decretada en su día a raíz de una serie de denuncias de los vecinos del edificio. Es decir, que las dos sentencias daban la razón a los denunciantes y reconocían que el local incumplía varios preceptos en cuestiones de seguridad. Y aunque los dueños llevaron a cabo obras para mejorar la ventilación del habitáculo, sito en el sótano del número 33 de la calle Alfredo Brañas, seguía en pie el problema de la insonorización y, sobre todo, la escasa altura de la salida de emergencias, una cuestión urbanística de difícil solución porque los propios denunciantes, la comunidad de vecinos, no permitían las obras de legalización.

Aun así, los dueños del Don Juan trataron de evitar el cierre recurriendo la sentencia ante el contencioso-administrativo. Pedían «la proporcionalidad de la legislación actual», y que se les dejase legalizar las instalaciones. En sus argumentos figuraba que había voluntad para llevar a cabo las obras de actualización del local a la legislación actual, pero que no podían hacerlo porque los propios denunciantes impedían que se hiciesen esas obras, que consistían en el aumento de altura de la salida de emergencias. Treinta centímetros, en concreto.

Hace solo una semana, los propietarios se escudaban en ese recurso y en esas razones para mantener el establecimiento abierto, pero en las últimas horas, un precinto municipal dejaba claro que la sentencia se había hecho efectiva. Se desconoce de momento si el cierre es o no definitivo, pero en todo caso, supone un impás en un local que hace tiempo que forma parte de la historia de la noche compostelana.

Otros cierres

Junto con el Don Juan, ayer apareció precintado también un pub sito enfrente, en la misma calle Alfredo Brañas, el V-3. Esos dos cierres se suman a otros ordenados en las últimas semanas por el Concello de Santiago, como el Metrópolis o la discoteca Apolo. En todos los casos, por la acumulación de denuncias que tienen que ver con el exceso de aforo o fallos en las medidas de seguridad. La semana pasada también se cerró la Casa do Patín después de que la policía haya tenido que desalojarla en medio de una fiesta que se les fue de las manos.

El pub V-3, en la acera de enfrente, también apareció ayer sellado por orden del Concello

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