José Ángel Blanco: «Solo hay que ir al Obradoiro para entender que la capital esté aquí»

SANTIAGO CIUDAD

Vivió en As Cancelas cuando únicamente estaba el campo de fútbol, el cuartel y un bar
31 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Nombre. José Ángel Blanco Núñez (A Coruña, 1965).
Profesión. Fue periodista durante muchos años y ahora es gerente de Compostela Monumental.
Rincón elegido. Praterías, «porque quizás es el mejor escenario del casco histórico».
CTV. Coruñés de Toda la Vida. Pero José Ángel Blanco (1965) no ha podido escapar a Santiago. Primero lo trajo la radio y más tarde Compostela Monumental. Alumno del Liceo coruñés, se define como un estudiante «pésimo, lo dejaba todo para el final», pero aficionado a la radio desde niño. Su padre, patrón de pesca, le regaló un aparato en el que escuchaba los carruseles deportivos. En el colegio hacían programas radiofónicos y él se encargaba de los deportes, por lo que un día un compañero se llevó la cinta grabada y se la enseñó a su tío, jefe de deportes de Radio Cadena Española en A Coruña: «Me dijeron que me presentase un domingo a las dos y cuarto y allí fui. Al llegar me explicaron que tenía que hacer un programa, abrí La Voz de Galicia y empecé a leer. El resto lo completaron con música», cuenta riendo.
Tenía unos 15 años pero el gusanillo de la radio no lo abandonó. Para que su padre no tirase el dinero lo convenció para que no le pagase la carrera de Arquitectura y se hizo delineante sin ejercer nunca. Siguió en diversas emisoras hasta que con 22 años lo ficharon en la radio autonómica, que por aquel entonces aún estaba en San Caetano. Joven y viviendo solo en Santiago, cualquiera diría que iba a quemar la noche compostelana, pero José Ángel Blanco escapó de la movida del Ensanche, «soy un tío de casa, fíjate que cuando llegué me buscaron un piso en Frei Rosendo Salvado y no duré ni un mes, aquello era un follón constante», recuerda. Entre varios compañeros de la Radio Galega se fueron a una casa en As Cancelas. Aquello sí era tranquilidad, «todo era monte, estaba el cuartel de la Guardia Civil, el campo de fútbol y un bar que se llamaba JM».
Le pilló el traslado de la radio a San Marcos y estrenó edificio. Estrenó edificio y puertas. «Volvía corriendo de una rueda de prensa y creí que las puertas correderas se abrirían, pero no se abrieron...». Se despertó en el despacho de Blanco Campaña.
Siguió con su trayectoria radiofónica, pasado de una a otra emisora, cuando lo llamaron de Compostela Monumental. Estuvo solo unos meses, «revisé todo, tiré papeles que no valían, guardé los históricos y como se empezaba a hablar en Galicia de los centros comerciales abiertos les dije que debían aprovechar las ayudas de los fondos europeos y ponerlo en marcha», explica. Fueron unos 35 millones de las antiguas pesetas, «estuve ocho meses para arrancar el tema y después me fui a la radio porque comenzaba en la Cadena Noroeste». Pero lo echaron de la empresa por discrepancias con el director general y volvió a Compostela Monumental. De eso hace unos quince años.
Blanco Núñez se calla poco y lanza dardos en varias direcciones. De la ciudad dice que ha evolucionado a peor, y sobre todo carga contra los responsables políticos que dejaron «totalmente muerta la zona histórica». También lamenta que los compostelanos no estén implicados en la ciudad como sí lo hacen los vecinos de otras urbes como A Coruña y Lalín, «antes la gente estaba más involucrada que ahora, pero creo que gracias a los funcionarios que han llegado y cuyos hijos están aquí, estos serán los que mañana enarbolen la bandera del santiagués».
Pese a ser CTV admite que Compostela «es una de las ciudades más bonitas de España y de Europa. Soy coruñés pero entiendo perfectamente que la capitalidad esté aquí, solo hay que ir a la praza do Obradoiro, ves la Catedral, el Hostal, el Ayuntamiento y la Universidad y ahí está representada nuestra cultura europea, nuestro patrimonio e identidad».
El casco histórico, cuenta, hay que recuperarlo para los vecinos y para el comercio local. Repoblarlo y olvidar las viejas políticas que apostaron por el Ensanche como la zona comercial, dejando la zona vieja solo para los turistas, «cuando yo era joven la gente de la ciudad y la comarca venía a comprar al casco histórico, y a tomar las tapas al Franco, hoy eso es rarísimo y hay que recuperarlo», concluye.
«Llevamos desapareciendo desde que nos fundamos, así que ojalá sigamos así»
Compostela Monumental ha pasado por momentos difíciles. Tanto, que su gerente dice que, «llevamos desapareciendo desde que nos fundamos, así que ojalá sigamos así». Está claro que hay cosas que se pueden mejorar, y de hecho uno de los objetivos de la entidad es que en cuatro años el 80 % de la actividad empresarial y comercial de la zona esté dentro de Compostela Monumental, lo que implicaría a unos 600 establecimientos -ahora tienen unos 150-, «o el casco histórico se une bajo esta marca, que es la que hay, o el futuro se presenta muy negro, porque yendo por libre es imposible hacer cosas, y siendo pocos tampoco», apunta José Ángel Blanco.
Misión imposible
Alquileres altos, ausencia de fibra óptica... montar un negocio en el casco histórico es tarea de valientes, dice el gerente de la asociación de comerciantes. Pero hay trabas mayores que estas, «es una misión imposible, es de audaces porque todo son impedimentos, el primero en urbanismo, ¡no se puede demorar una licencia de apertura año y medio!», lamenta. Para ayudar en estas gestiones y trámites, Compostela Monumental quiere poner en marcha una oficina del emprendedor y del autónomo, en la que poder asesorar a los promotores de nuevos proyectos. Pese a la proliferación de tiendas orientadas únicamente al turismo, el casco histórico tiene joyas comerciales, como Gómez Ulla, de 1939, la sombrerería Iglesias, o el quiosco modernista de la Rúa Nova. Y a la entidad tampoco le va mal, no en vano acaban de recibir el premio nacional de comercio del Ministerio de Industria, convirtiéndose en la única asociación que lo ganó ya dos veces.