Valle García: «Lo importante es ver a la persona en su conjunto, no solo su patología»

a. c. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

La directora de la Escuela Guibor se encarga de organizar unas jornadas nacionales de terapia Gestalt

25 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Lo importante es ver a la persona en su conjunto, no solo su patología, relacionándola con su entorno, allí donde se presenta el problema». Así resume Valle García, directora de la Escuela Guibor, la terapia Gestalt, una corriente humanista de la psicología que ella practica en este centro con sede en la Rúa do Vilar desde el 2001 y que reúne dos facetas, la formativa -más de 170 alumnos- y la terapéutica con un enfoque multidisciplinar.

Mar Valle ha asumido con una enorme satisfacción la encomienda de organizar las 33 Jornadas Nacionales de Terapia Gestalt, promovidas por la asociación española de esta especialidad, que la próxima primavera, del 30 de abril al 3 de mayo, se celebrarán en Santiago conjugando dos formatos: sesiones abiertas a todo el público interesado y otras internas que reunirán a unos cuatrocientos profesionales en torno a cuatro mesas de trabajo: social, educativa, clínica y artística. Será también una oportunidad para extender el conocimiento de esta corriente terapéutica que, a diferencia de otras de la psicología y la psicoterapia, no se basa solo en la razón, porque «la persona que llega a la consulta vive una problemática concreta, y si solo enfocas el problema pierdes la capacidad de ver la relación de la persona con la situación donde se genera el problema», señala Valle García. ¿Y cuáles son las patologías más frecuentes? «Los trastornos del ánimo son el sello de nuestra época», afirma la especialista con toda rotundidad: la depresión, la ansiedad y las dependencias son los cuadros más frecuentes. Y con un factor añadido que Valle, con una larga trayectoria profesional iniciada tratando a personas autistas y luego, desde 1997, ya encauzada por los caminos humanistas de la terapia Gestalt, ubica con toda claridad en los tiempos más recientes: las personas sufren estas patologías a unas edades cada vez más tempranas, con frecuencia en la etapa infantil. ¿Por qué tan pronto? Valle tiene claro el diagnóstico de este mal que aqueja a nuestra sociedad: «El contexto relacional del niño se ha reducido mucho».

Explica la especialista que la terapia Gestalt interesa enormemente a un amplio abanico de profesionales, no solo psicólogos y personal médico o sanitario, sino a profesores de todos los niveles educativos, trabajadores sociales y hasta perfiles artísticos. ¿Actores? Sí, por ejemplo, porque les ayuda a crear matices de sus personajes.

Y es que hay un nítido fundamento creativo en la terapia Gestalt. «¿Un proceso terapéutico qué es? Un acto de creación en el que la persona deja de utilizar patrones antiguos disfuncionales que le generan malestar; es generar un nuevo modo de mirar, de relacionar; es enfrentarse a una forma nueva de plasmar la realidad», explica.

La persona que acude a Valle o a cualquier especialista en terapia Gestalt difícilmente se encontrará una escena propia de esos estereotipos acuñados por Hollywood de diván en un entorno abrumador de cuero y madera en el que el psicoterapeuta ejerce en un plano de superioridad respecto a su paciente, denominación esta que no acaba de encajar en la terminología Gestalt. «Somos dos personas que se encuentran, porque es en la relación con el otro en donde surgen todas las áreas de conflicto», explica Valle. Y el lugar del encuentro, la consulta, no ha de impresionar, sino que debe ser cercana y cálida para reforzar un entorno de confianza.

La directora de la Escuela Guibor enfatiza también el valor de los procesos terapéuticos grupales, que son beneficiosos hasta el punto de reducir el tiempo de terapia: «Puede empezarse con miedo, pero de inmediato se crea una red de confianza y se desarrollan formas de comportamiento que no se dan en el uno a uno».

¿Y el bombardeo, tan en boga, de los apóstoles de la psicoterapia y la avalancha de recetas de autoayuda? Mar Valle aconseja mucha prudencia, información y actitud crítica: «Hay una zona ciega, porque los mecanismos de defensa oscurecen las partes de la persona que tienen que ser modificadas, y eso se verifica en la relación con el otro. Hablando de autoayuda, una persona por sí misma solo puede hasta donde puede».