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Burros terapéuticos en una aldea de Ames

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Tomás Rábanos dice que tuvo que escoger entre un ordenador y un asno hace años, y ya tiene 6

04 nov 2021 . Actualizado a las 22:00 h.

Vive en la aldea de Lamas, en el concello de Ames, desde hace 28 años. Los vecinos de la zona ya conocen a Tomás Rábanos como «el señor de los burros». Él asegura ser «una persona muy torpe en lo digital y, hace 11 años, tuve que decidir si me compraba un ordenador o un burro y acabé con uno en casa. Son un animal social y, al mes, traje a otro para hacerle compañía. Ahora ya tengo seis. Los demás han venido por donaciones, principalmente de personas mayores que ya no se podían hacer cargo de ellos, porque los burros son muy longevos. De hecho, yo tengo una de 42 años, Paloma. Y también los peregrinos me dejan algunos. Tengo uno andaluz que es una maravilla y vino desde Calabria, en la punta del tacón de Italia. Se iba a quedar una semana, porque ofrezco la opción de tutelaje temporal, pero ya lleva años conmigo». No solo disfruta él de esta pasión asnal, sino que desde hace un tiempo saca partido a los efectos terapéuticos de los cuadrúpedos. Su relación con estos animales viene de lejos. Hijo de labradores riojanos, recuerda que de niño debajo de su habitación había dos asnos, Jacinto y Petra. Pero como se gana la vida Tomás es como profesor de música, desde hace 35 años. Llegó como peregrino a Santiago hace 39, cuando tenía él 20, «y ya me quedé». Estudió Hostelería por consejo de un amigo para encontrar una salida laboral, pero no acababa de convencerlo. A los cuatro años de estar en Galicia, decidió irse a la aldea. «No me acostumbraba al piso, siempre viví en casas; muy humildes, pero en casas», explica. Vivió en Fraíz y Cortegada antes de asentarse en la aldea de Lamas, donde recibe a todo el mundo con los brazos abiertos y sus mascotas han servido desde para cumplir una última voluntad de un hombre en silla de ruedas que quería pasar un día con asnos hasta para una boda sui generis. «Quería hacer algo didáctico, pero independiente de la música, que ya me ocupa mucho tiempo. Empecé a informarme sobre el santuario de los burros abierto en Inglaterra en los años 50 y conocí a la asociación Andrea, pionera en España en aplicación de terapias asistidas con burros. Entonces decidí formarme en Portugal, de la mano de la asociación del burro mirandés (Aepga)», relata, pero el corazón de su proyecto es la asnoterapia para personas con discapacidad, aunque luego se haya ramificado hacia el ocio y el turismo. «Los beneficios de la terapia asistida por animales son reconocidos por el mundo de la ciencia desde hace tiempo y son estupendos para los niños para trabajar la responsabilidad, la psicomotricidad y un montón de cosas más. Son animales muy desconocidos y parecidos a los perros. Necesitan mucho cariño, el universo los ha hecho para ser acariciado, y son muy dependientes de su dueño».

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Quedada «skater»

Cuando en la desescalada se permitió la movilidad entre provincias, Sergio Lucea se trasladó hasta Santiago para conocer una plaza que lo fascinó, la de la Constitución. Ahora el famoso skater y youtuber zaragozano afincado en Monforte ha anunciado que volverá a la capital gallega para conocer a los amantes de este deporte que patinan en la zona, dentro de un minitour que lo llevará la próxima semana por seis localidades gallegas. La cita tendrá lugar el próximo jueves a las seis de la tarde en El Pasillo, la skateplaza que está detrás del Parlamento y que tanto le gustó. Avanza que habrá sorpresas en esta gira y, entre otras muchas cosas, regalará un monopatín de su marca de merchandising (Serlua).

A Santiago, a toda vela

El Camino no solo se hace a pie, sino que existe también una ruta marítima que en los últimos años está en alza. Así se ha constatado en la quinta edición de Sail The Way, una travesía cultural y deportiva que avanza a toda vela hacia Compostela. Este año ha triplicado el número de participantes. Entre ellos, está Irene, una joven médica de Ciudad Real que junto a su mejor amiga se embarcó en esta aventura. El grupo llegó el miércoles a Gijón y ayer soltaban amarras desde allí rumbo a aguas gallegas. Los últimos kilómetros sí serán a pie, o bien desde A Escravitude (Padrón) o desde O Milladoiro (Ames) para los que estén menos en forma.