La estación del AVE de Santiago prevé acoger 3,5 millones de viajeros en el 2025

O. P. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

El edificio se construirá sobre las vías y se conectará a los andenes con tres fingers

19 jun 2021 . Actualizado a las 02:52 h.

De cumplirse los plazos, Santiago debería estrenar en el 2024 la nueva estación del tren que completará la intermodal. La presidenta del ADIF, Isabel Pardo de Vera, presentó ayer la infraestructura que licita el organismo —27,7 millones de euros y 30 meses de plazo de ejecución—, para la que se cierra el 5 de julio la presentación de ofertas. Los estudios de demanda de viajeros realizados por ADIF Alta Velocidad estiman un potencial que roza los 3,5 millones de viajeros anuales en la estación de Santiago en 2025: 2,6 millones de ellos moviéndose por el Eje Atlántico —casi 1,4 con A Coruña— , y otros 900.000 accediendo hacia o desde Ourense y el resto de España. Falta por añadir a esos números la segunda fase de liberalización del transporte de viajeros, con operadoras que ya han mostrado su interés por Galicia.

Juan Herreros explicó la evolución del proyecto con el que ganó el concurso convocado por ADIF en el 2011, optando finalmente por preservar el actual edificio de la estación y la marquesina histórica. Fue, dijo, un reto funcional, técnico y social, este último vinculado a la idea de conectar el centro con el sur de Santiago. Una integración de piezas de gran escala, en la que ha hecho un esfuerzo por dotar al conjunto de «ligereza, transparencia y relación amigable con las personas»; de ahí su configuración alargada, en un edificio de viajeros que se adosará a la pasarela puesta en marcha hace un mes.

El arquitecto manifestó que si esa pasarela permitió crear una amplia plaza pública hacia el vial Clara Campoamor, la estación hará surgir al norte otra gran plaza, de 1.500 metros cuadrados, con doble nivel: a la altura de la estación y de la rúa do Hórreo.

El edificio de pasajeros tendrá 5.000 metros cuadrados construidos. Para aprovechar el espacio, se giró 90 grados sobre la actual terminal para situarse sobre las vías, facilitando a los usuarios de la intermodal el transbordo de tren a autobús siempre a cubierto. El inmueble se apoyará en las plataformas con soportes puntuales, un sistema empleado ya con éxito en la construcción de la pasarela de la intermodal.

Tres conexiones verticales (fingers) con escaleras mecánicas permitirán bajar a los andenes desde el vestíbulo, situado en un nivel superior y con visión directa hacia los trenes.

El espacio de entrada serán 900 metros cuadrados, donde el usuario dispondrá de servicios al viajero, locales comerciales y restauración; a un lado quedará la pasarela de conexión a la terminal de autobuses, y al otro, la bajada hacia los andenes ferroviarios. En un nivel superior al vestíbulo se ubicarán las oficinas de control de la estación.

Herreros apuntó la combinación de materiales «más amables» en esta área de proximidad con las personas, en un proyecto comprometido con la tecnología actual y que «no siente necesidad de disfrazarse de lo que no quiere ser. No quiere parecer una arquitectura de otro tiempo para mimetizarse, sino todo lo contrario: quiere escribir una página de la arquitectura del presente y del futuro», expresó.

Aparcamiento con 460 plazas

En el entorno del actual edificio de viajeros seguirán taxis, autobuses, aparcamiento de bicicletas, alquiler de coches y un área para llevar y recoger a viajeros (kiss&ride). Tras el talud de la avenida de Lugo irá un aparcamiento de 460 plazas, cubiertas por marquesinas hasta el núcleo vertical que conectará a los pasajeros que usen vehículos y a quienes se desplacen caminando.

Será un conjunto que establecerá un doble diálogo, señaló el arquitecto: norte-sur en la ciudad y en la línea temporal, al conservar elementos de cuando llegó el tren a Santiago y de ahora: «Un gran diálogo entre piezas del pasado, presente y futuro de la estación». Herreros explicó además el porqué de la amplitud de la pasarela de la intermodal: para evitar la sensación de inseguridad que puede causar cruzar más de 100 metros por encima de las vías. Por eso es «tan generosa y luminosa, para evitar situaciones de riesgo, precariedad e indefensión». Fue una premisa del ADIF, cuya presidenta subrayó que estas infraestructuras deben tener en cuenta las necesidades específicas de las mujeres, que representan además el mayor número de usuarias.

El 54 % de los usuarios llegan hasta la terminal de tren a pie

Según datos del último estudio de ADIF Alta Velocidad para el proyecto constructivo de la estación compostelana, el 54,1 % de los viajeros llegan caminando, por el tamaño de la ciudad y por su óptima ubicación, destacó Pardo de Vera; el 22,3 % lo hacen en vehículo privado, con el 6,7 % para quienes emplean el taxi, 5,4 % desde otro tren, un 5,2 % en autobús interurbano y 4,5 % bus urbano. El 96 % de usuarios utiliza un único modo de acceso y el 74 % de viajes tienen origen o destino en Santiago. La previsión de ADIF es que el uso del tren sea del 71 % en 2025 con un 29 % para el avión, invirtiendo la situación del 2016, que era del 33 % tren y 67 % uso de aeronaves.

Escalinata de piedra en el aire

Preguntada por la escalinata de piedra, la presidenta del ADIF señaló que sobre su futuro «debido a su falta de funcionalidad, cualquier solución puede ser válida. Ya es cuestión de qué quiere la ciudad para esa escalinata». Del verderón dijo que ADIF no lo restaurará porque no es suyo y advirtió: «Si no está en condiciones no se prorrogará el alquiler» del espacio que ocupa.