¿Reabre el Stilo? El Ensanche de Santiago tiembla ante la vuelta del infierno que vivían con el bar

Poco ha durado la felicidad entre los vecinos de la calle Fernando III O Santo, en el Ensanche de Santiago. El fruto de buena parte de sus desvelos, el bar Stilo, ha superado el cierre al que se vio obligado por la pandemia del coronavirus y ha vuelto a abrir sus puertas. Y lo ha hecho con la misma gerencia y con el mismo planteamiento que provocó constantes denuncias y protestas en el barrio, hartos de tener que convivir con un local que funcionaba como un auténtico after hours, ya que tan solo abría los días de movida —sobre todo fines de semana y festivos— y a partir de las seis de la mañana.

De momento, en el vecindario asisten con expectación y temor a los primeros pasos de la nueva etapa del Stilo. Han sentido el ruido de la música y han visto la reja del local subida, pero nada comparable al espectáculo de peleas, broncas entre borrachos, trapicheo de drogas y hasta parejas teniendo sexo en plena calle que tuvieron que padecer durante años por la actividad de un local que, al abrir a las seis de la mañana, recogía a todos a los que la noche se les había hecho tan larga que se les juntaba con el día y seguían de marcha al tiempo que los vecinos salían a tomar el vermú, a misa o a sacar a sus hijos o nietos al parque.

En Fernando III O Santo cruzan los dedos para que la actividad del reabierto Stilo se quede en esos ruidos de música quizás un poco más alta de lo normal y esperan que la cosa no vaya a más. Tampoco tienen muy claro si el bar ha reabierto o no definitivamente sus puertas, porque ayer mismo, pese a ser sábado y estar Santiago en plenas fiestas del Apóstol, el pub estaba cerrado a cal y canto sin ningún cartel que explicase por qué.

Entonces, ¿reabre el Stilo o no? «No sabemos qué pasa, pero estamos preocupados, porque en los años antes de la pandemia lo pasamos muy mal y no solo por los ruidos, más bien por los desmanes que teníamos que presenciar», señala un vecino.

Cuando tuvo constancia de la reapertura del Stilo, la Policía Local de Santiago hizo una visita al establecimiento para verificar que todo estaba en regla y que habían tramitado en el Concello los permisos oportunos. En esa entrevista, la responsable informó a los agentes de que su intención era reabrir y de que lo haría con el horario habitual. Es decir, a partir de las seis de la mañana.

El que el sábado estuviese cerrado a media mañana suscita incertidumbres entre los vecinos sobre qué va a pasar realmente con el Stilo. Una posibilidad es que sí abriera, pero que cerrase poco después ante la falta de clientes. Y es que esa noche hubo poco ambiente en la zona del Ensanche porque las terrazas del casco viejo podían trabajar hasta las 3.30 horas, lo que hizo que el grueso del movimiento se concentrase en la zona monumental.

Las perspectivas no son buenas. Son muchos los vecinos que ven nubarrones amenazantes en el futuro más inmediato del barrio y temen que se repitan los lamentables espectáculos que tuvieron que soportar durante años. Y es que pese a abrir a las seis de la mañana, en el Stilo no se sirven cafés, tostadas o churros. El bar daba cobijo a los más irreductibles de la noche compostelana, los que se resisten a volver a casa, desayunan con cubatas y se saltan hasta la comida. Un panorama por el que en Fernando III O Santo nadie quiere tener que volver a pasar.

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