Borja Verea plantea peatonalizar desde Porta do Camiño a Xoán Carlos I y canalizar el tráfico con un túnel
SANTIAGO CIUDAD
La peatonalización se extendería a la plaza de Galicia y Campo da Estrela, aunque el tráfico de residentes y del transporte público se haría en superficie, según un proyecto valorado en 40 millones
12 may 2023 . Actualizado a las 13:51 h.Borja Verea presentó esta mañana su proyecto estrella, el «máis ambicioso» entre las iniciativas que plantea para esa «segunda transformación» de la ciudad que anuncia en su carrera por la alcaldía. Se trata de una propuesta de integración entre el casco histórico y el Ensanche que supondrá un cambio radical para el eje que discurre entre Porta do Camiño y Xoán Carlos I, un trayecto al que el candidato popular pretende dar prioridad peatonal, eliminando el tráfico que no sea imprescindible, porque el transporte público, el de emergencias, el de residentes y el vinculado con los colegios de la zona y con la plaza de abastos seguirían circulando en superficie. Eso permitiría eliminar, calcula, el 80 % del tráfico e introducir una peatonalización blanda en todo el ámbito, que sumaría unos 20.000 metros cuadrados, «tres veces a praza do Obradoiro».
La propuesta incluye la peatonalización también, en iguales condiciones, de la plaza de Galicia y el Campo da Estrela, hasta su conexión con el Pombal, porque el tráfico en todo ese ámbito se canalizaría a través de un túnel de 1,5 kilómetros con bocas de entrada y salida (las dos o una, dependiendo del sentido de la circulación) en Virxe da Cerca (a la altura de la Tafona), plaza de Galicia, Montero Ríos, Xoán Carlos I y San Clemente.
El túnel tendría conexión directa con el aparcamiento de la plaza de Galicia y con el que el candidato popular plantea para la Praza de Abastos, pero el de la plaza de Galicia sufriría cambios. El proyecto implica dejar la plaza al nivel del resto del entorno, lo que supone rebajar la altura del párking. La intervención en ese equipamientos sería más profunda si la nueva rasante supusiese la pérdida de plazas. En ese caso, habría que profundizar en el equipamiento para dotarlo con otra planta.
Verea calcula un coste de 40 millones para toda la operación y pretende implicar en su financiación a otras Administraciones públicas. Plantea su ejecución en fases.