Hasta tres meses de espera para examinarse del carné de conducir en Compostela

SANTIAGO CIUDAD

El repunte de alumnado en las autoescuelas choca, un año más, con la falta de personal
16 jul 2023 . Actualizado a las 19:37 h.Cientos de alumnos se han matriculado a comienzos del verano para sacarse el carné de conducir durante sus vacaciones y se han encontrado de frente con el «colapso» que afecta a las autoescuelas de Santiago. Hasta tres meses tendrán que esperar muchos de ellos para hacer el examen práctico, el último paso para conseguir el permiso, al no haber suficientes examinadores para responder al repunte en la demanda (especialmente alta tras la pandemia).
«A los que vienen ahora ya les estamos diciendo que hasta el final del verano no van a poder examinarse. Es decir, en la segunda quincena de septiembre, si no es ya en octubre», explican desde Santa Eulalia. «Al ser una autoescuela grande, a nosotros nos corresponde un cupo mayor y estamos examinando a 20 alumnos a la semana, pero otros tantos se quedan fuera. A mediados de junio ya había algo de retraso y se va acumulando. Es algo que sucede todos los años, aunque en esta ocasión coincidió que más examinadores de la DGT cogieron sus vacaciones en julio, por lo que nos repercutió antes», añaden.
Las aulas se llenan estos meses de jóvenes que han cumplido los 18 años y deciden sacarse el carné tras hacer la ABAU, así como de universitarios y otros estudiantes que aprovechan el período no lectivo para obtener el permiso de conducir. «Sin embargo, nos encontramos con el hándicap de que hay pocos examinadores. Desde la primera quincena de junio hay solo dos examinadores para atender al alumnado de todas las autoescuelas de Santiago y los concellos del entorno, y la previsión es continúe así hasta la primera quincena de septiembre. Esto es como tener solo dos médicos en un hospital comarcal», explica el director de Montecarlo, Jesús Cernadas.
«Hasta mayo no tuvimos lista de espera, pero a estas alturas del año ya es de dos meses y tiende a ir a más a lo largo del verano, porque se van juntando las personas que se quedan pendientes de una nueva convocatoria y las nuevas matrículas. Es un cuello de botella. Por otra parte, hay también una falta de profesores, que afecta, pero no tanto como lo otro, a la hora de hacer las prácticas, ya que la parte teórica ahora se puede preparar prácticamente toda de forma no presencial», repara el responsable de la academia compostelana fundada en el 78, por su padre.
«La situación se agrava porque también vienen alumnos de Ribeira, A Pobra do Caramiñal, Boiro, Ordes y otros concellos a examinarse en Santiago. Mucha gente regresa a casa por vacaciones y aprovecha para sacar el carné. Es un problema para las autoescuelas de allí, porque los retrasos hacen que se les eche el tiempo encima y tengan que finalizar la parte práctica en otra academia», indica Cernadas. En el caso de una autoescuela como la suya, en la capital gallega, la demanda se dispara en junio (tras la ABAU) y septiembre (cuando vuelven los estudiantes) y ello supone el 70 % de todo el año.
Aunque pueda parecer que las autoescuelas se hacen de oro, Cernadas, como vicepresidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, asegura que no es así: «Los precios los estamos manteniendo, en general. Y, si se suben, es poco, siempre por debajo del IPC. Aún teniendo más alumnos en esta época, no compensan la balanza, porque cada uno de ellos tiene unos costes fijos. El combustible pasó de estar a 1 euro al doble durante una temporada y el coste de adquisición de los vehículos de segunda mano es mucho más caro. Y hay que sumar los salarios y gastos corrientes de las academias: luz, agua, alquileres...».
En términos similares se expresa Maximino Pérez, quien dirigió durante casi 30 años la autoescuela Santa Eulalia y ahora tiene academias en Pontevedra, Vigo y Ferrol. «La falta de examinadores y profesores afecta a toda España. Los alumnos están esperando una media de 2 y 3 meses para hacer las prácticas y la gente se desespera. En Vigo, por proximidad, nosotros estamos recurriendo a profesorado de Portugal para tratar de agilizar su situación».
La panacea de encontrar una academia con un cupo ajustado a la demanda estival
Aunque tener que esperar para examinarse es lo más habitual, hay alguna autoescuela en la que no se cumple la tónica general. Así sucede en A-52, en el Ensanche de Santiago, en donde no hay hasta ahora lista de espera, como tampoco ocurrió el último verano.
¿Cómo es posible? «Dende hai uns anos funciónase co sistema CAPA da Dirección Xeral de Tráfico, que se basea na bolsa de alumnos, na porcentaxe de aprobados, na capacidade de examinar e nunha serie de parámetros para distribuír o número de persoas que poden presentar a exame as autoescolas. Hai un cupo de minutos, dependendo do tipo de exame. Por exemplo, para o carné B1, son 30 minutos. E, no noso caso, esa cota axústasenos á demanda que temos, tamén no verán», responden desde la academia de la rúa Santiago de Chile.
«É certo que en verán baixa a capacidade examinadora, pero nós nos temos alumnos que teñan que esperar. Si hai un pouco de demora para incorporar a xente ás prácticas de condución, pero a medida que van aprobando uns alumnos empezan outros novos. Tratamos así de garantir unha formación continua e de evitar que fagan hoxe a súa primeira práctica e pase un mes ata a seguinte», indican en A-52.