El Alba de Compostela se convierte en un homenaje al último discurso de Castelao
SANTIAGO CIUDAD
El Ayuntamiento reconoce a la Fundación Catedral de Santiago, a los equipos femeninos de Hockey Club Raxoi, a Rosa Álvarez Prada y a Ángeles González Porto
26 jul 2023 . Actualizado a las 11:21 h.El Alba de Compostela, el acto de reconocimiento municipal a compostelanos e instituciones que hacen Santiago día a día, distinguió ayer la labor de la Fundación Catedral de Santiago, personalizada en su director, Daniel Lorenzo, por acercar a la ciudadanía el proyecto de rehabilitación de la catedral, socializando el proceso a través «dun coidado programa de visitas»; de los equipos femeninos de Hockey Club Raxoi por sus éxitos deportivos, pero también por su contribución a difundir la apuesta del club por la participación femenina en esa disciplina; de Rosa Álvarez Prada, decana del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia y directora técnica del Plan Sociocomunitario de Vite, por su dedicación profesional y personal a la transformación de ese barrio; y de Ánxeles González Porto, propietaria del pub Borriquita de Belém y miembro de la Asociación Cultural Cidade Vella, por su labor de dinamización de la zona histórica.
Fue en el Teatro Principal, después de la recepción municipal en Raxoi posterior a la misa de la ofrenda al Apóstol, a la que no asistió la alcaldesa, la nacionalista Goretti Sanmartín, que sí participó en los demás actos ofrendísticos. Un vídeo con una sencilla ilustración con trazos blancos sobre negro que acompañaba al audio de un amplio pasaje del Alba de Gloria, el discurso que pronunció Castelao en Buenos Aires hace 75 años, abrió el acto ante un Principal prácticamente lleno, aunque sin representación de la oposición, que no asistió por la falta de consenso institucional en torno a la iniciativa.
PP y PSOE entienden que el de ayer no era el día para ese homenaje, en el que vieron una contraprogramación a la Ofrenda, a la que asistieron la totalidad de los concejales opositores (solo faltó una del PSOE por estar indispuesta) en todo su desarrollo, también al oficio religioso.
Al margen del reconocimiento a las personas e instituciones distinguidas, el Alba de Compostela se convirtió en un homenaje al Alba de Gloria, tanto por la concepción del acto como por los discursos de algunos de los distinguidos en la ocasión y por la propia intervención de la alcaldesa, que ve en el último discurso de Castelao «unha lección de vida, de amor á nosa historia, a quen somos e, tamén, un testamento para construírmos o futuro con trabes sólidas».
La figura de un disco de plata representando a la Luna, con la constelación Canis Majoris incrustada y sobre una peana de madera quemada que representa la noche, fue el galardón diseñado para la ocasión y bautizado como Constellatio. Una «particular constelación de Compostela» es lo que pretende el gobierno local crear con este acto, «recoñecendo o traballo, e o compromiso co noso concello, de homes, mulleres e entidades que, co seu esforzo, coa súa intelixencia e a súa enerxía fan que a colectividade dea pasos adiante, avance como un todo, con orgullo e esperanza», proclamó Sanmartín ante un público entre el que se encontraban el rector de la Universidade, Antonio López; el presidente de la Real Academia Galega, Víctor F, Freixanes; la presidenta del Consello da Cultura, Rosario Álvarez; la gerente del Consorcio de Santiago, Belén Hernández; el exalcalde Martiño Noriega; y el histórico galleguista Camilo Nogueira, entre otros invitados y familiares y colaboradores de los homenajeados, además del público general.
Goretti Sanmartín: «Santiago, xenerosa e anfitrioa exemplar, ás veces esquécese de si mesma»
Goretti Sanmartín defendió en su discurso que esta era una celebración que faltaba en la ciudad porque, «xenerosa como é ela, anfitrioa exemplar, moitas veces esquécese de si mesma». Y las anfitrionas «teñen tamén que ser protagonistas da súa propia festa». Esa, dijo, es la verdadera razón de esta celebración, que identificó como la «primeira iniciativa de conmemoración desta alcaldesa de Santiago». Y «a quen imaxine razóns espúreas» solo puede responder, vino a decir, «convidando a quererse, convidando a termos orgullo de Compostela, a conmemorar as súas mulleres e os seus homes, convidando a deixar fóra intereses particulares e sumarse a esta festa, que quere ser de todos e todas as composteláns, que quere ser celebración dunha cidade, dun concello que non merece conflitos innecesarios e si ilusión por cada día que amañece, por cada estrela deste firmamento novo que hoxe comezamos a crear».
El acto concluyó con el himno gallego, interpretado a la gaita y el tambor por Oli Xiráldez Francisco Estévez, con quienes arrancó tambié la celebración.