
La tendencia creciente entre los peregrinos de celebrar con un tatuaje la llegada a la meta del Obradoiro reactiva en verano al sector en la ciudad
02 sep 2023 . Actualizado a las 16:14 h.Santiago es la gran meta del Camino, e inmortalizar la llegada es algo que todos los peregrinos quieren hacer, la diferencia está en la forma. Hacerse una foto ante la Catedral o comprar un suvenir son algunas opciones sencillas, pero la tendencia ahora es que el recuerdo se lleve en la piel y dure para toda la vida. «Como ahora todo el mundo busca inmortalizar lo que hace, hay un bum de tatuajes entre los peregrinos, ya no es un tabú como antes», explica Ethan Clay, dueño y tatuador del estudio homónimo. Agrega que «lo que hacen al terminar el Camino es ponerse el último sello, que es el que les pongo en la piel».
Y entre esas personas que prefieren llevar tinta en su piel con algún símbolo de la ruta son mayoría los extranjeros. «Por este estudio la clientela que más pasa son los peregrinos de Italia, que representan un 70 %, luego les siguen los alemanes, los mexicanos, y los españoles», comenta Clay. Eva Narnia, tatuadora de Rockanrolla & Crew, señala que «este año tatuamos a muchos europeos y a algún que otro americano».

En temporada alta, como la actual, los estudios suelen recibir entre 20 y 50 peregrinos cada jornada. «En verano suelo hacer 50 tatuajes por día», precisa Clay. Por el local de Sagrado Corazón Tattoo, en el casco histórico, suelen pasar ente 12 y 20 peregrinos al día, dependiendo de si es o no fin de semana, agrega Xiana Rivas, shop manager y anilladora. «Los tatuajes de peregrino se suelen hacer más en verano, porque en esa temporada es la época del año más amable para hacer el Camino. En invierno nos dedicamos a lo nuestro, a lo que hacen los chicos, más tradicional», resalta Xiana.
En Rockanrolla & Crew, Desmond, dueño del estudio, subraya que «los tatuajes a peregrinos suelen empezar en mayo». Andrés Guerrero, propietario de Studio20, en el Ensanche, describe otra realidad: «Como no estoy en la zona vieja, no tengo tanto paso de peregrinos, no es mi clientela habitual».
Lo que abundan por igual en las calles del casco histórico y de la zona nueva son los carteles que anuncian locales de tatuajes. Y todos comparten el reclamo de la «promoción para peregrinos». Es la opción que más prefieren los romeros. Los precios de los tatuajes pueden variar entre los 40 y los 150 euros, dependiendo del diseño que elija el cliente. Como afirma Alejandra Faraldo, de Calipso Tattoo, «los peregrinos se van más a las promociones, es decir, a todo lo que es más barato. Quieren lo más simple para que sea económico», incide. Clay también ofrece en su estudio su propia promoción para los peregrinos: «Serían tatuajes de 40 euros, a un tamaño máximo de 5 por 5 centímetros. Son de diseño sencillo, lineal o minimalista». Desmond, de Rockanrolla & Crew, apostilla que este verano «hay muchos peregrinos que intentan regatear el precio de los tatuajes, pero nosotros cobramos un mínimo de 60 euros».
Los tatuadores que trabajan en la ciudad sostienen que los extranjeros, principalmente los estadounidenses, acostumbran a dejar propina. «El resto, ya no. Debe ser por la cultura», aclara Xiana.
Flechas y conchas lideran la demanda
Los diseños preferidos de los peregrinos que se tatúan son la concha, la flecha y las palabras «Ultreia» o «buen Camino». Así lo confirman Ethan Clay, Alejandra Faraldo y Andrés Guerrero. Eva Narnia añade que también suelen tatuarse «los kilómetros que han hecho y las coordenadas del punto del que han salido». En el estudio Sagrado Corazón, Xiana Rivas explica que «tenemos dos libros con diseños originales, hechos por nosotros y, además, los customizamos. Esa es la característica que tenemos diferente en nuestro local», detalla. «Los que menos se hacen son las cruces y tal. Aunque a mí me parecen los más bonitos», aclara Alejandra Faraldo.