Voluntarios del Refuxio de Bando denuncian deficiencias que afectan gravemente a los animales

SANTIAGO CIUDAD

Inician una campaña de recogida de firmas para que se garantice el buen estado físico y mental de perros y gatos
21 ene 2024 . Actualizado a las 22:48 h.Un grupo de voluntarios del Refuxio de animales de Bando ha iniciado una campaña de recogida de firmas en la plataforma change.org para reclamar a los «dirigentes políticos que asuman sus obligaciones y apliquen en el refugio la Ley de Bienestar Animal, garantizando el buen estado físico y mental de los animales, en relación a las condiciones en las que viven y mueren». Los voluntarios llaman la atención sobre la situación, en su opinión «precaria», en la que están los animales en Bando, y reclaman «un verdadero refugio, no un almacén de animales».
Una de las voluntarias considera que uno de los principales problemas es que no se han realizado inversiones en el Refuxio, «ni para su mantenimiento y conservación ni para modernizarlas». Además, apuntan que el personal del Refuxio no realiza labores de limpieza ni en festivos ni en fines de semana, por lo que «los perros están en caniles sucios durante días». Los voluntarios consideran que, ante el aumento de la llegada de perros y gatos, las instalaciones se quedaron pequeñas, y denuncian que «perros y gatos viven en Bando amontonados en espacios reducidos». Añaden que en algunos caniles «hay entre 6 y 7 perros en espacios de metro y medio por metro y medio, lo que les provoca estrés que causa peleas y, en alguna ocasión, la muerte de perros».
Junto a las consecuencias del hacinamiento, los voluntarios denuncian falta de mantenimiento básico, con «puertas y bebederos rotos», así como otros desperfectos que «no son reparados ni se sustituyen piezas, hay tornillos rotos que ni se cambian». Aseguran que los perros duermen sobre «unos palés de poco más de un metro y, al ser tantos, no caben; así que acaba en pelea». Incluso que, en ocasiones, hay perros que duermen al aire libre, también en días de lluvia, porque no caben en los caniles. También aseveran que la comida, en ocasiones, está mojada, porque «se les pone fuera».
A la situación de «insalubridad» en la que viven los animales, según los voluntarios, se suma el hecho de que «los perros salen a pasear fuera del recinto cada 15 días, y gracias a los voluntarios». De acuerdo con los denunciantes, «hay unos 200 perros en el Refuxio, sacamos a unos 40 cada día, y cada uno sale unos 15 o 20 minutos. Los voluntarios no van todos los días. Un tiempo escaso para ellos, así que los perros salen cada 15 días», aseguran.
También tienen quejas sobre las gateras. Recuerdan que el Refuxio de Santiago es de los pocos que recogen gatos y su número es muy elevado. «Están amontonados en jaulas, con el suelo lleno de agua. Las enfermedades respiratorias se extienden entre los animales», explican. También aseguran que en una parte de las gateras hay «falta de ventilación y de acceso al exterior», por lo que «muchos de ellos permanecen encerrados toda la vida sin ver el sol, provocándoles un sufrimiento innecesario».
La directora del servicio dice que es necesaria más inversión, pero asegura que se hicieron reformas
La directora del Refuxio de Bando, Olalla García, reconoce que «siempre es necesario hacer más inversiones», pero no comparte buena parte de las denuncias vertidas por los voluntarios. Asegura que las instalaciones de Bando pueden ser visitadas, y, defiende, «se comprobará que la situación no es tan grave como la describen». Indica, además, que «se realizan labores de reparaciones básicas», pero también inversiones para mejorar las gateras. Elogia la labor de los voluntarios y también de los padrinos.
Aunque Olalla García confirma que hay cuatro gateras que no tienen patio exterior, y por tanto los gatos no salen al aire libre, niega que permanezcan en espacios sin luz durante toda su vida, porque «las cuatro que no tienen patio exterior, tienen ventanas».
En cuanto a la situación de los perros, Olalla García precisa que hay 70 espacios para poco más de doscientos perros, y aunque sí reconoce que se producen peleas con resultado de muerte, aclara que no es una situación frecuente. «Hay más casos de los que me gustaría, pero pueden ser unas cinco muertes al año por peleas», apunta.
En relación a la denuncia por hacinamiento, la directora del Refuxio alega que solo en un par de caniles hay ocho perros y que en el resto el número es menor.