Santiago se vuelca con el Banquete de Conxo: «Que vivan os veciños e as veciñas!»

Tamara Montero / Xoán A. Soler SANTIAGO / LA VOZ

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La ya tradicional recreación histórica sirvió este año para reivindicar la defensa del patrimonio, sobre todo el popular: «Unha árbore sen raíces seca», advertía la pregonera, María Luísa López Otero

26 may 2024 . Actualizado a las 19:06 h.

Hay historias que aunque comenzaron a forjarse en el pasado siguen creciendo fuertes y vigorosas en el presente. Se aplica al patrimonio que defendía María Luísa López Otero en el pregón, en el histórico banquete que se recrea en Conxo en una fiesta que se ha convertido en tradición tras cinco años. Y también en la historia de amor que dos vecinos contaban mientras esperaban, sentados en un banco, a que el desfile llegase a la plaza de Aurelio Aguirre: «Foi a miña primeira moza e agora, despois de máis de corenta anos, volvemos atoparnos».

Sí. Lo de este domingo en Conxo son, sobre todo, encuentros y reencuentros. Se volvieron a encontrar obreros, artesanos y estudiantes como en 1856, cuando se sentaron a la mesa para celebrar y defender la igualdad y la libertad. Se encontraron el sol y las nubes. Mayores, niños, niñas, jóvenes y maduros, atuendos al estilo decimonónico y los propios del siglo XXI. Hasta xenerais da Ulla —«Que vivan os veciños e as veciñas de Santiago!»— Se encontraron turistas y compostelanos, personas llegadas de Brasil, de Portugal, de otros barrios. Se encontraron artesanos y artistas. «Como é unha festa moi coñecida e que á xente lle gusta moito, funciona moi ben», explicaba la pintora María Meijide entre charlas con quienes se acercaban a conocer sus últimos proyectos creativos y, por supuesto, a hacerse con su mapa emocional de Compostela donde, claro, también hay un hueco para Conxo. 

Durante todo el Banquete de Conxo, comida y foliada posterior incluida, se encontraron amistades, compañeros de trabajo y sobre todo, se reencontraron vecinos. De Compostela misma y de todas sus parroquias. Su legado y su capacidad de aportar al municipio fue una de las grandes reivindicaciones de la pregonera de este año. «Parece que estou dando un mitin». Se reía la etnógrafa María Luísa López Otero, natural de Marrozos, residente en Ribeira, defensora del patrimonio, sobre todo del popular, durante un pregón que sirvió para reencontrar territorios, épocas y generaciones.

«Por iso estamos hoxe aquí, porque de Conxo falaban. Se non falan de Marrozos, se non falan das parroquias... O  que se descoñece, do que non se fala, non existe» advertía la pregonera, que animó a los más jóvenes «que tan ben lle dan a Internet» a hablar con abuelos y abuelas, o más bien bisabuelos y bisabuelas, de todo aquello que aconteció a lo largo del siglo XX para que luego se pueda consultar.

No fue la única reivindicación. También pidió a las autoridades administrativas y políticas —una nutrida representación, incluyendo a la alcaldesa, Goretti Sanmartín, estaba allí escuchando atentamente— formación en materia de recuperación y rehabilitación, más atención al patrimonio histórico que todavía queda por estudiar, enterrado aún, de hecho, en las parroquias, y más personal para los archivos, para poder tener acceso a otro patrimonio, el documental, en el que se guarda la historia de Compostela.

«Lembrade que unha árbore sen raíces seca e as raíces están na terra onde nacemos e onde están os nosos antepasados. Valoremos o que temos e empecemos pola nosa casa», por los papeles, por las fotos, por las piedras. «Amosemos a beleza do noso rural», reclamaba María Luísa López Otero antes de dar por iniciado el banquete parafraseando el brindis de Aurelio Aguirre: «Sí, pueblo libre, tus derechos vela. Vela tu santa libertad querida».