Falsifica un informe pericial para vender en internet como original la réplica de una espada del imperio romano y la experta le denuncia

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Juzgados de Santiago.
Juzgados de Santiago. PACO RODRÍGUEZ

La Audiencia de Santiago le condena a seis meses de cárcel y a pagar 600 euros a la arqueóloga como indemnización

01 ago 2024 . Actualizado a las 12:41 h.

En internet no es oro todo lo que reluce. Las estafas son frecuentes y hay que estar muy alerta para no comprar gato por liebre. Muchos de esos timos quedan impunes, pero no tuvo esa suerte un hombre que quiso vender como original lo que en realidad era la réplica de una espada romana antigua. Concretamente, una gladius pompeianus, el modelo más conocido de este tipo de arma usada por los legionarios y que tenía una hoja más corta y más acinturada, así como variaciones en la empuñadura respecto a modelos anteriores. La puso a la venta en un portal y no dudó en falsificar un informe pericial, pero la experta acabó enterándose, le denunció y el Juzgado de lo Penal número 1 de Santiago le condenó a seis meses de prisión por un delito de falsificación, así como a indemnizar a la perita pagándole 600 euros. Recurrió ante la Audiencia Provincial, que lo ha rechazado confirmando la sentencia.

El acusado utilizó a un amigo para poner a la venta en la página web de un portal de compra y venta de artículos la gladius romana. Pese a que era conocedor de que se trataba de una réplica fabricada a finales del siglo XIX, la colocó en la sección de armas blancas antiguas originales anteriores a 1850 y pidió por ella 900 euros.

Para armar el engaño se sirvió de la carátula del informe pericial realizado por una experta sobre la pieza, pero eliminando del documento la catalogación de réplica que aparecía en la portada junto al título de la espada. Para redondear la treta, aportó en el anunció el apartado del dosier técnico relativo al contexto histórico de la gladius pompeianus, que lo sitúa en el imperio romano, pero nuevamente eliminando toda referencia a que no era original..

Un interesado vio el anuncio y compró la espada, pero como le pareció demasiado barata para tratarse de una espada tan antigua, antes de pagar el dinero, como en el informe adjuntado en el anuncio figuraban los datos de la experta en piezas arqueológicas, se puso en contacto con ella. Le explicó que no era una pieza original y que ella había fijado su valor entre los 500 y los 700 euros, por lo que el comprador desistió de la operación.

Sin embargo, ahí no quedó la cosa, porque la perita contactó ese mismo día con el acusado para solicitarle que retirase de internet el anuncio y como vio que no lo hacía hizo gestiones para que el portal web lo anulase, lo que terminó por conseguir, lo que hizo que el procesado se lo recriminase.

La experta y el hombre que estuvo a punto de comprar la espada acabaron denunciando al vendedor, que cuando acabó condenado alegó en su recurso que, precisamente, había puesto el nombre de la perito a la vista en el anuncio para que los interesados pudieran contactar con ella. La Audiencia rechaza todos sus argumentos y resalta que su modo de actuar «reúne los requisitos típicos del delito de estafa en concurso medial con el de falsificación en documento privado» porque manipuló el informe y lo usó sin permiso de su autora para armar el engaño.