Santiago se pone al día en su deuda con Viaqua sin avanzar en el modelo de gestión del agua
SANTIAGO CIUDAD

Populares y socialistas afean al bipartito el uso de fórmulas que retrasan pagos y dificultan el acceso a información
20 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Santiago cerrará el año saldando su deuda de 2,9 millones de euros con Viaqua, la empresa gestora del servicio de abastecimiento y saneamiento por medio de un contrato vencido hace cinco años y sin que Raxoi haya tomado una decisión sobre el futuro modelo de gestión, pendiente de dictámenes técnicos para su posible municipalización. El abono fue aprobado por el pleno con los votos a favor del grupo de gobierno de BNG y Compostela Aberta y de la oposición socialista. El Partido Popular optó por la abstención.
El acuerdo no estuvo exento de polémica, ya que la autorización de estos pagos y de otras facturas pendientes se validó mediante la aprobación de tres expedientes de reconocimientos extrajudiciales de crédito por una cuantía que rondó los tres millones de euros. El 98,76 % de este importe (2.931.592,30 euros), corresponde a la compensación económica a Viaqua porque no se revisaron la tarifas de la gestión integral del ciclo del agua entre el 1 de enero del 2019 y el 1 de mayo del año siguiente. En el mismo lote de facturas Raxoi incluyó la prestación del servicio tras la ampliación de la depuradora de Silvouta entre enero del 2017 y mayo del 2020, además de tareas vinculadas al funcionamiento del colector de Aríns y las depuradoras de Nemenzo, A Sionlla, Lavacolla y Enfesta entre los años 2016 y 2019.
El visto bueno a los expedientes de reconocimiento judicial de crédito y la inclusión en el orden del día de asuntos de urgencia, que impiden su estudio previo, enfrentó a gobierno y oposición. La socialista Marta Abal señaló que el bipartito abusaba cada vez más de ambas fórmulas y argumentó, en el caso de las facturas de Viaqua, que el pago que hay que asumir ahora es consecuencia directa de «decisións non adoptadas no seu momento» que suponen, por la acumulación de intereses, un gasto que era evitable «e que son perdas para o Concello». Ante el futuro modelo de gestión, que aún no se ha concretado, Abal preguntó «como está o concurso de auga?», y consideró que «esta situación estase estirando no tempo non sabendo para que». Rosario Ferreiro (PP) también cuestionó que el bipartito abuse de mociones de urgencia y de reconocimientos extemporáneos de deudas, que provocan que se retrase el plazo de pago a proveedores, que en julio, afirmó, llegó a la cifra récord de 119 días.
Manuel César Vila (BNG) les respondió que la deuda con Viaqua corresponde a gobiernos anteriores y defendió asumirlos para evitar un proceso judicial. Sobre los asuntos de urgencia sobre facturas pendientes, destacó que esto permitía adelantar los plazos para llevarlos a cabo.
El debate urbanístico estuvo especialmente presente en el pleno con la moción del PSOE para solicitar prioridad en el desarrollo urbanístico de A Pulleira frente al de Mallou. Mercedes Rosón defendió su propuesta al señalar que el suelo de A Pulleira, de 30 hectáreas y con la posibilidad de construir 2.200 viviendas (1.800 de ellas de protección), es el que está técnicamente más avanzado, por lo que los pisos podrían construirse en tres o cuatro años.Iago Lestegás (BNG), edil de Urbanismo, rechazó la moción al considerar más lógico que la Xunta apueste por desarrollar el polígono de Mallou, en el que se pueden construir más de tres mil viviendas, por su cercanía a las zonas ya urbanizadas. «A Xunta quere obra nova e a gran escala, e iso supón actuar en solo urbanizable nas marxes das cidades», resumió e concejal, que también argumentó que si se adelantase el desarrollo de A Pulleira frente al de Mallou sería necesario expropiar suelo del segundo. Lestegás reconoció que la apuesta de Raxoi, rechazada por la Xunta, aboga por la rehabilitación y que la obra nueva se concentre en las zonas urbanas que no están completas, opciones también avaladas por Rosón.
El PP confirmó con la intervención del concejal José Ramón Constenla que el grupo socialista se quedaba solo en este asunto y planteó al bipartito como solución para que Santiago agilice la construcción de viviendas que modifique el Plan Xeral, convoque los concursos públicos anunciados para adjudicar las parcelas municipales y revise las ordenanzas fiscales y de rehabilitación de vivienda.
Pilar Lueiro (BNG), edila encargada del área de Festas, respondió en la recta final del debate sobre la razón por la cual se había perdido una subvención de más de 250.000 euros para sufragar los gastos de los Fogos do Apóstolo. Lueiro matizó que este dinero del Consorcio no se había perdido, ya que podrá utilizarse en otros proyectos, y explicó que el último trámite administrativo para justificar el gasto se hizo varias semanas más tarde de la conclusión del plazo. La edila vinculó este hecho con la «sobrecarga administrativa» de trabajo que tiene el personal del Concello para hacer frente a todas las tramitaciones que genera Raxoi. La oposición criticó que culpase al personal de lo ocurrido.
Antes del inicio del debate de los asuntos del orden del día la corporación compostelana escuchó varias demandas de personal vinculado profesionalmente al Concello y de colectivos vecinales. De la primera intervención se encargó una trabajadora del servicio de monitores de los centros socioculturales, que pidió que el Concello asuma este servicio como propio y no lo externalice para garantizar su calidad y los derechos de la plantilla.
Un vecino de A Almáciga reclamó una apuesta decidida por mejorar el barrio. Ourives Compostela instó a Raxoi a apoyar la propuesta para que Santiago sea «cidade creativa». Y la ANPA de Fontiñas reclamó que se cubra el patio cubierto de colegio.