Las piedras del puente de Sar se mueven con riesgo para el tráfico

SANTIAGO CIUDAD

Están levantadas, sueltas y con peligrosas aristas hacia arriba
10 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El grave deterioro que sufre el puente sobre el río Sar —a escasos metros de la Colexiata— no ha surgido de repente. Desde hace meses, vecinos y conductores vienen comprobando cómo su estado empeora día a día sin que nadie haya actuado desde que empezaron a verse los daños en el empedrado. Las losas de la calzada del puente hace tiempo que dieron señales de que no están correctamente asentadas sobre la base, pero, al no ser tratados en sus primeros síntomas, los desperfectos han ido a más.

Ahora, las piedras no solo están sueltas, sino que están hundidas y se mueven al paso del tráfico rodado. Los vehículos se ven así obligados a intentar esquivar las piedras para evitar que las aristas de sus esquinas terminen rasgando los neumáticos. En el caso de los vehículos con la carrocería más baja, al riesgo para las ruedas, se suma también la posibilidad de que una piedra termine golpeando el cárter o cualquier otra pieza del coche, según apunta un vecino de la zona que trabaja en un taller mecánico cercano al barrio de Sar.
Lucía, una conductora que circulaba con destino a Aríns, comenta que «es la ruta que hago todos los días para ir a trabajar, y cada vez está peor». Apunta que «las piedras dan un poco de miedo, pero para evitar el puente tendría que ir por Angrois hacia O Castiñeiriño, para ir a trabajar al casco viejo. Vaya vuelta». Un residente en la zona más próxima al paso sobre el Sar culpa de su estado al tráfico constante que tiene que soportar. Sugiere «que se limite el paso a coches, pero pasan camiones y autobuses. Este puente no es para eso», indica.

El paso se encuentra situado muy cerca de la Colexiata de Sar, y forma parte del recorrido de entrada de la Ruta da Prata. La fotografía de los ojos del puente está en los móviles de la mayoría de los peregrinos que emplean el paso peatonal paralelo. «Se hacen fotos, y alguno también las hace de los daños del puente. Es una mala imagen de Santiago», advierte un vecino que tiene alquilada una vivienda muy cerca del río Sar. Este residente también sugiere que, además de arreglar el puente, «se podían molestar en limpiar el cauce, que está muy abandonado. Mucho paseo, pero hay que mantenerlo».
El puente, de estilo románico del siglo XII, tiene tres ojos, lo que da cuenta del caudal que podía tener en aquel entonces el Sar. Su construcción es de cantería de granito, y fue restaurado hace unos años. Tiene una sección triangular y pretiles de perpiaño con agujeros de desagüe en sus bases. El ancho del puente es de unos 3,5 metros de ancho y alcanza los cinco metros de altura en su punto más elevado. Al no tener zona peatonal, se construyó un paso paralelo para viandantes.
Reacción Concello
Por su parte, el Concello de Santiago indicó que se está estudiando la posibilidad de hacer una reparación con otros materiales, «pero é unha ponte que para actuar nela temos que contar co visto e prace de Patrimonio» de la Xunta de Galicia.