La congregación que alimenta en Santiago a católicos, musulmanes o ateos

Sonia Portela SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

El equipo que atendió el servicio de la cena este martes en el comedor social de la Cocina Económica de Santiago. En la foto, de izquierda a derecha: las hermanas Marisela, Clara y Celia, Mercedes (voluntaria), sor María Jesús (la decana del grupo, una pamplonica con 90 años y un buen humor envidiable) y sor Carmen.
El equipo que atendió el servicio de la cena este martes en el comedor social de la Cocina Económica de Santiago. En la foto, de izquierda a derecha: las hermanas Marisela, Clara y Celia, Mercedes (voluntaria), sor María Jesús (la decana del grupo, una pamplonica con 90 años y un buen humor envidiable) y sor Carmen. IRENE MARTIN

Así es el día a día en el comedor social de la Cocina Económica

24 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La cola en la Praza do Irmán Gómez, en el casco histórico de Santiago, se acercaba por debajo del falso túnel a la de A Oliveira (dedicada el año pasado a la actriz compostelana Pilar Pereira) poco antes de las siete y media de la tarde. A esa hora en punto, se abre la puerta de la Cocina Económica para dar cenas a personas con necesidad por 50 céntimos. Este martes no se veían muchas mujeres en el comedor social, pero sí gente joven entre las 110 personas que acudieron a la histórica institución regentada por las Hijas de la Caridad. A mediodía suelen llegarse a dar hasta doscientas comidas, por un euro.

«Salam aleykum» (la paz sea contigo), dice un usuario al llegar al mostrador, donde las hermanas y la voluntaria Mercedes sirven los platos. Hay un significativo número de musulmanes, cuyas costumbres gastronómicas se respetan. El menú de esta tarde es puré de verduras y cordón bleu con chorizo criollo y patatas fritas, pero la alternativa árabe es una salchicha de pavo; y de postre, un yogur de limón o plátano, además de agua y pan. Siguen llegando comensales, las viandas se terminan y hay que tirar del guiso de pollo de mediodía, que algo sobró, y preparar una ensalada verde para acompañar. Pero nadie se queda sin su cena. El ambiente suele ser bueno y pacífico, no como hace años en que había conflictos y, a veces, era necesaria la intervención de la policía, según se comenta en alguna breve parada. Llama la atención el cariño con que se trata a estas personas y dirigiéndose a ellas por su nombre en muchos casos: Francisco, Ana, Carmelo...

«Estamos donde queremos, al lado de ellos», dice la hermana Marisela con naturalidad en medio del grupo que trabaja con alegría. Ninguna está ociosa. Sor Carmen, a pesar de tener la muñeca vendada, está al final de la cadena sirviendo los yogures. Más atrás andan las veteranas Celia, que tiene 88 años, y María Jesús, 90. La decana es de Pamplona, fue locutora infantil en Radio Requeté de la capital navarra, ¡y cómo recita esta simpática monja! Cuando ya se recogía y se cerraba el comedor, a las nueve menos cuarto, dijo unos versos de San Juan de la Cruz que quitaban el hipo. Es el día a día de «servicio» de la Cocina Económica. Su directora, Clara Gallego, intervendrá esta tarde, a las siete, en la mesa de diálogo organizada por la Asociación Cultural Casino de Santiago bajo el título Facer visible a pobreza e a exclusión social en Santiago. Y junto a ella estarán fray Miguel de la Mata (director del Centro Xoán XXIII), Leonor Silva (coordinadora comarcal de Cruz Roja), Carlos Juiz (director de Cáritas Interparroquial de Santiago) y Eva González (jefa de Servizos Sociais en Raxoi).