Miguel Pampín, del restaurante O Ferro, y Laura Martínez, de La Bodeguilla de Santa Marta, triunfadores del campeonato nacional de tiraje de cerveza
11 abr 2019 . Actualizado a las 18:10 h.Cantaba Raffaella Carrá que «para hacer bien el amor hay que venir al sur». Pues para encontrar la cerveza mejor tirada hay que ir también al sur, pero de Compostela. Allí se encuentra tanto el campeón como la subcampeona de la competición nacional celebrada en Madrid. Miguel Pampín, el ganador, trabaja en el restaurante O Ferro y hace dos días logró el talón dotado con 1.000 euros y su peso en cerveza. Son 76 kilos, apunta el vecino de Oza (Teo). Dice que «la primera cerveza que tiré a nivel profesional me salió penosa». Fue en el CIFP Compostela, donde acabó Dirección de Servicio el año pasado. Además, fue en el 2018 cuando venció en el Beer Master Next Generation, que pone a prueba a los futuros profesionales. Esa victoria le dio el pase al campeonato nacional de Estrella Galicia y, a pesar de ser el más joven de los 15 contendientes, con 20 años, llevaba los deberes bien hechos: «Estuve un año preparándome para este concurso, mirando vídeos de otras ediciones y yendo a otros campeonatos. El aprendizaje es lo más importante». El teense se lleva, por otra parte, el mérito de haber roto una maldición que duró hasta la sexta edición: «Es la primera vez que gana un gallego el certamen estatal. Y, siendo de Estrella Galicia, ya era hora». ¿La clave de la mejor caña? Para él, una buena atención y servicio valen casi tanto como la bebida en sí. Miguel confiesa que «no me esperaba ganar. Hubo pocos fallos y estuvo muy reñido». Su mayor miedo era «entrar en tiempos, porque son muy justos», y «responder bien a las preguntas mientras ponía las cañas». Para ello, tuvo que aprenderse cada detalle del producto que iba a servir: materias primas, elaboración, componentes, graduación... El camarero tiene claro que parte del premio irá para una celebración con amigos y familia, en la que «no va a faltar cerveza»,
Del mismo centro
A 250 metros de O Ferro, 417 pasos (paso arriba, paso abajo, en función de la zancada), y solo a tres minutos andando se encuentra la Bodeguilla de Santa Marta. Tras la barra, desde hace unos tres años, está Laura Martínez, quien se proclamó la segunda mejor tiradora de cerveza de España. Medio carnotana y medio muradana, lleva cerca de una década en Compostela desde que vino a formarse, también en el CIFP Compostela. Explica que los cinco participantes gallegos (otros dos lograron el accésit del jurado: Benjamín Seoane, del pub Atlántico, Aarón Rodríguez, de Laxe; más el representante de Madrid que resultó ser de Teixeiro) «hicimos muchísima piña». Ella, que quedó tercera en el autonómico, asegura que esta vez «lo disfruté muchísimo más». Ajustar los tiempos y no romper una copa eran sus principales preocupaciones: «Ya me pasó la última vez. Cuando fui a mojar la copa explotó, algo que no me había sucedido nunca, en mis 27 años». Laura cree que para una buena cerveza el secreto es haber tirado muchas antes y «ponerle mimo, porque con cariño las cosas se hacen mejor». Para disgusto de los más cotillas, se reserva cuántos litros de cerveza que le corresponden por su peso: «Me llevé un pequeño disgusto cuando me pesaron allí». Todo sirva para que no falte de beber para festejarlo con los suyos.
De Brión a Bruselas
También ha sido reconocido estos días el talento de una alumna del IES de Brión. Sara Picos Gómez fue a recoger a Bruselas el premio Juvenes Translatores. Se lo entregaron el comisario europeo de Programación Financiera, Günther H. Oettinger, y el titular de la Dirección General de Traducción, Rytis Martikonis. La joven, a la que siempre le han gustado los idiomas, fue distinguida por una traducción del inglés al español y viajó junto a su profesora Bernice Finn Lieran, quien ya acompañó el año pasado al estudiante brionés que ganó en la anterior edición, Pablo Villar.