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El vertido de 200.000 litros de purín sigue complicando el suministro de agua en Santiago

r. martínez SANTIAGO / LA VOZ

TRAZO

Retirada de purines de un arroyo que comunica con el río Tambre
Retirada de purines de un arroyo que comunica con el río Tambre Sandra Alonso

El servicio no llegó a cortarse, pero el foco ha contaminado suelos

14 sep 2021 . Actualizado a las 08:52 h.

El vertido de 200.000 litros de purín de una explotación ganadera de Trazo el jueves pasado por causas que se están investigando, y que acabó llegando al río Tambre a través de un regato próximo, ha tenido en jaque a Santiago, Ames y Brión durante todo el fin de semana ante la posibilidad de tener que cortar el suministro de agua a sus poblaciones. En la capital gallega, el sábado llegaron a anunciarse restricciones en barrios del norte de la ciudad, una vez que la aproximación de la contaminación a la planta que capta el agua del cauce obligó a paralizar su actividad. Desde ese momento, la capital se quedaba únicamente con el agua disponible en sus depósitos, que tampoco estaban al máximo; no todos al menos, porque el cierre de la planta a las tres de la madrugada interrumpió un llenado que suele concluir a las ocho.

El consumo de la jornada fue vaciando algunos de esos depósitos y hacia las 20.30 del sábado se disponían dos camiones cisterna en la calle para atender la demanda ante unos cortes en el suministro que finalmente no se produjeron. Los constantes análisis del agua en el cauce del que se surte la ciudad constataron una bajada sostenida del nivel de contaminación, con lo que la planta elevadora se puso de nuevo en marcha para retomar su tarea de captación y potabilización.

Las maniobras de llenado, con más prisa de lo habitual, dejaron el domingo una turbidez en el agua que asustó a más de un consumidor y mantuvo ocupados todo el día a los operarios de Viaqua, la concesionaria del servicio, con constantes purgas en la red para devolver su aspecto habitual al líquido. Ni con turbidez, el agua de Santiago dejó de ser apta en ningún momento para el consumo, porque en ningún momento la contaminación llegó a la planta. El servicio ya estaba alerta y la paralizó al acercarse el peligro.

El problema de la lluvia

Pero esta crisis todavía no ha concluido. La pasada noche estaba previsto que la estación elevadora se paralizara de nuevo. La contaminación continúa en la tierra por la que el purín se abrió camino hacia el regato, y también en los márgenes fluviales afectados. Y la lluvia es un riesgo claro, aunque se están realizando trabajos para evitar un nuevo contacto con el cauce. La Xunta interviene en ese terreno para extraer el purín con barreras de alpaca y sepiolita (un potente absorbente), y actuó en el regato para decantar y solidificar el purín para retirarlo.

Los análisis del agua son constantes y si fuese preciso, la planta volvería a pararse. Eso parece depender ya del tiempo. Pero aun así, el Concello dice que en ningún caso se llegaría a la situación del sábado y que el suministro está garantizado.

Más información en la sección Local de Santiago