Evida, la huerta que liberó a Óscar

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

VEDRA

miguel souto

Tras quince años en una fábrica el estradense se lanzó a la producción ecológica para poder respirar aire puro

10 ene 2020 . Actualizado a las 07:51 h.

Evida Horta es una marca estradense de hortalizas, frutas y verduras ecológicas y un proyecto que ha hecho renacer a Óscar Fernández Cutrín. Oriundo de Vedra, Óscar se casó con una estradense y se fue a vivir a la parroquia de Paradela. Cuando llevaba quince años trabajando en una fábrica de lámparas, varios factores se aliaron para animar a Óscar a cambiar el taller por el trabajo en el campo. En el fondo subyacía la necesidad de respirar aire puro a diario y de sentirse libre, aunque fuera para trabajar a destajo. «Na fábrica moitas veces traballaba diante dun ventanal enorme. Fervíame o sangue por estar fóra, ao aire libre», cuenta Óscar. «Un domingo que saín podar uns frutales foi cando tomei a decisión», recuerda. El estradense se sintió tan a gusto que decidió arriesgarse a cambiar un empleo fijo por una aventura en la que apenas tenía experiencia. «Non teño nada en contra da fábrica na que estaba», aclara, «pero había un tempo que me xeraba estrés». De todas formas, ese no fue el único motivo que acercó a Óscar a la huerta. «A miña muller tamén estaba traballando nunca central de compras agrarias e ela quería seguir, pero na casa estaban a nai de miña sogra e meu sogro e os nosos rapaces e alguén tiña que estar aquí para mirar por eles. Ademáis, a familia da miña muller tiña bastantes terras e morrera miña sogra, que era a que se encargaba de contratar xente para telas coidadas. Non queriamos deixar todo a monte nin tiña sentido estar pagando para todo cando eu o que quería era aire libre», explica. «A min o traballo nunca me meteu medo», dice Óscar.

La operación era arriesgada. Óscar no tenía experiencia en el campo más allá de sembrar el maíz o plantar las judías en su casa familiar de Vedra. «Fun a cursos e visitei hortas, pero por moitos cursos que fagas o saber é a experiencia. Non valen libros nin cursos», cuenta. Lo comprobó en sus carnes los primeros años como horticultor, en los que varias cosechas no salieron como esperaba. Alguna temporada tuvo que tirar más de la mitad de la cosecha de tomates por la plaga de un gusano que ahora combate con la albahaca como repelente y con trampas de feromonas. «Todo é ir aprendendo. Coma o rego. Ao principio pensaba que con regar un pouco eu cada día era suficiente. Pero non, sacábame moito tempo e tiven que automatizalo», explica. «Comprei toda a maquinaria de segunda man e montei un invernadoiro con cartos prestados. Os primeiros anos é todo gasto. Costa sacar para pagar o seguro», confiesa.

Sin embargo, a fuerza de superar patinazos y de echarle muchas horas, Evida Horta está arrancando. Los lunes y jueves Óscar sirve mercancía a tres pequeñas tiendas ecológicas de Santiago y los martes y viernes reparte en A Estrada, donde su producto se puede encontrar en Casa Xorxeira y se está introduciendo en Sabia Natura.

Producción diversificada

Su oferta abarca de todo un poco. En el invernadero, de 600 metros cuadrados, cultiva escarolas, rúcula, lechuga, fresa, acelga, espinacas, berenjenas, pepinos, calabacines o tirabeques. En el exterior tiene coliflor, lombarda, repollo, coles de Bruselas o puerros. También patatas, boniatos, cebollas, ajos o calabazas. Cuenta también con muchos frutales: distintos tipos de manzanos, cerezos, ciruelas de todos los tipos, kiwis, mandarinas o caquis. Entre ellos, Óscar trabaja desde que amanece. Pero se siente libre.