
Cientos de estudiantes se agolpan en las oficinas del rectorado para cumplimentar sus solicitudes Las facultades del campus con números clausus ofertan 2.425 plazas
25 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Juan Costa lleva veinte minutos en la cola cuando ha llegado a la puerta del edificio anexo del rectorado. El guardia jurado le para los pies pidiéndole que espere unos segundos hasta que una de las cinco mesas del interior quede libre. Allí los funcionarios de la Universidad de Vigo recogen los papeles de los alumnos que todavía tienen la papeleta calentita con las notas de selectividad. Para realizar estos trámites ha tenido que llegar a un lugar que se llama LERD y que precisamente no es para lerdos, sino todo lo contrario. El padre de Juan trabaja en el sector naval y le ha acompañado. Se ha quedado tan intrigado con lo de LERD que ha ido a preguntar el significado de las siglas. El acrónimo LERD quiere decir Lugar de Encontro e Recollida de Documentación. Juan Costa pretende estudiar Telecomunicaciones el próximo año y espera no tener problemas para entrar. Ha elegido esa carrera porque sabe que los que la superan encuentran trabajo con relativa facilidad, aunque le preocupa la dureza de la carrera. Juan es uno de los cientos de jóvenes que acudieron ayer al rectorado a cumplimentar su petición de estudios para el próximo año o presentar reclamaciones por el examen de selectividad. Todas las carreras menos las tres ramas de Filología tienen números clausus y ofertan en conjunto 2.425 pupitres. Guardar sitio Los que no tenían tiempo de esperar encargaron a algún amigo que les guardase el sitio. Fabián Campos, antiguo alumno de la Compañía de María, era otro de los que esperaba en la fila india. Tiene muy claro lo que va a estudiar: Ingeniería Técnica Industrial. Con su 5,65 de nota media espera lograr un plaza en una de las carreras con más futuro laboral en la comarca de Vigo. «Hay más salidas de trabajo que en otras carreras», ratificaba Fabián. Ana González madrugó y tuvo que esperar menos que otras personas, apenas diez minutos. Estudió Formación Profesional en A Coruña. Ana aspira a convertirse en alumna de la Escuela de Fisioterapia de Pontevedra, el centro que pide a sus aspirantes la nota más alta de toda la Universidad de Vigo y más aún a los que proceden de FP. Está tranquila porque «tengo un 9,94 de media». Las notas de referencia son las del año pasado, es decir el 9,90 es la puntuación que sacó la última persona que logró matricularse en el centro de formación sanitaria de Pontevedra. Este año las denominadas notas de corte sufrirán nuevas variaciones en función de la demanda que tenga cada una de las carreras. Siempre hay que confiar en la buena suerte e intentar meterse en la carrera favorita.