La inestabilidad política impide aplicar este curso la reforma de la selectividad
SELECTIVIDAD
El grupo de trabajo está sin crear y la primera reunión no será hasta pasar el 10N
21 ene 2020 . Actualizado a las 13:31 h.El pasado julio la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, anunciaba la creación de un grupo de trabajo cuya misión sería crear las bases de una selectividad no única -afectaría al currículo escolar- pero sí equiparable en dificultad en toda España. Sin embargo, el hecho de que no hubiese Gobierno en septiembre y sí elecciones hace prácticamente imposible que esta prueba equivalente y justa se pueda aplicar en el curso 2019/20.
Hay al menos cuatro pasos que dar y no está ni el primero: crear la comisión, reunirla, que proponga un texto y este se lleve a una normativa legal. Todo tiene que ser antes de febrero, con el agravante de que las directrices que incluya esa orden ministerial podrían suponer cambios sustanciales en la forma del examen en varias comunidades autónomas; y que a su vez estas comunidades tienen que aprobar normativa propia a partir de la estatal.
Comisión sin formar
Desde el Ministerio de Educación no se ha querido dar ninguna fecha de aplicación del nuevo examen en un momento en que todavía no se sabe quiénes formarán el grupo de trabajo. Todo apunta a varios representantes de los dos ministerios implicados (Educación y Ciencia/Universidades); miembros de la CRUE (rectores); representantes del Consejo Escolar del Estado; y miembros de la coordinadora de estudiantes universitarios (Creup), que entró a última hora en el grupo de trabajo, después de exigirlo por escrito a Ciencia; también estarán alumnos de secundaria de la agrupación Canea; representantes de las comunidades autónomas (posiblemente de entre los directores generales); y no se descarta algún investigador experto en la materia.
Educación solo ha confirmado que ahora se está llamando a las administraciones autonómicas para convocarlas a la primera reunión de esta comisión, cuya fecha todavía no está determinada. Se ha asumido que será después de las elecciones del 10N.
Objetivos
Tampoco están claro los objetivos de la comisión: ¿analizará los diferentes exámenes y propondrá pruebas más homogéneas o se decantará solo por esto último? En el Gobierno no se quieren pronunciar porque esperan que sea la propia comisión la que decida qué hará. Según la agencia Colpisa el Ejecutivo apuesta por pautas que garanticen que los exámenes tengan un grado de dificultad semejante en cualquier autonomía y que se consensúen criterios de corrección equiparables (la valoración de las faltas de ortografía es la más visible).
Por no saber, tampoco se ha determinado qué asignaturas se consensuarán. Lo esperado que es sean las dos obligatorias (Lengua Castellana e Historia de España), Inglés (que cursa la práctica totalidad como Primera Lengua Extranjera) y la troncal de modalidad (Matemáticas, Latín y Fundamentos del Arte).
Galicia reunirá en Santiago a los coordinadores de la prueba de toda España para unificar criterios técnicos
Hacer una selectividad equiparable en dificultad y corrección entre cualquier parte de España parece una labor complicada a corto plazo, pero todo hace pensar que está más cerca una unificación técnica del proceso. Y que liderará Galicia, además. Santiago acogerá los días 14 y 15 de noviembre una reunión de los coordinadores de la prueba final de bachillerato y del acceso a la universidad de toda España (solo hay dos comunidades pendientes de confirmación).
«Nós dimos as notas o día 4, que era o último día para matricularse en Madrid»
La idea partió del presidente de turno de la CIUG, Celso Rodríguez (representante de la USC), que comprobó este verano como las diferentes velocidades de cada comunidad dificultaban las matrículas universitarias: «Nós dimos as notas o día 4, que era o último día para matricularse en Madrid. Falamos cos responsables do servizo madrileño e dixéronnos que non habería problema, que podían esperar ata o día 7, pero os rapaces que querían facer a preinscripción non podían dende a súa casa». En otras comunidades se exigía la nota final, tras el período de revisión de exámenes, cuando en Galicia aún no había acabado.
«Nós facemos os chamamentos os martes e noutras comunidades son os venres»
Son problemas técnicos que se van solucionando pero que complican de forma innecesaria el proceso: «Nós facemos os chamamentos os martes, e os estudantes teñen o mércores, xoves e venres para matricularse. Noutras comunidades fannos o venres, e pasounos que alumnos matriculados o mércores en Galicia íase o venres a outra comunidade, e todo sen que nós souberamos que pasaba».
«Queremos saber como custodian os exames ou garantizan o anonimato. Todos podemos aprender»
La otra parte de trabajo de la CIUG es la prueba en sí. En este punto, Rodríguez es claro: «Estando todos xuntos seguro que falamos do contido das probas, pero non é o obxectivo, porque non nos deixaría tempo para a parte técnica», que es la que realmente depende de ellos (el diseño de la selectividad es cosa del Ministerio y las consejerías, y la CIUG solo lo ejecuta). Los organismos homólogos a la CIUG quieren coordinar en Santiago varias cosas: «Como se custodian os exames, ou como garantimos o anonimato; nós usamos códigos de barras que poñen os alumnos nas probas, pero noutras comunidades non é así. Todos podemos aprender do que fan os demais».
Hasta ahora sin coordinación
Todas estas cuestiones pueden más o menos coordinarse si los responsables de las entidades que los organizan se ponen de acuerdo, algo que parece lógico que funcionase con normalidad. Pero hasta ahora no se hacía. Ahora, la jornada del jueves 14 se dedicará a la prueba mientras que la del viernes 15 estará centrada en el acceso a las diferentes carreras.