Los gallegos que alcanzaron la excelencia en la selectividad: «Quiero seguir investigando»

Sara Pérez Peral
Sara Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SELECTIVIDAD

Óscar Rivero, Leticia Vázquez y Alejandro Vilar
Óscar Rivero, Leticia Vázquez y Alejandro Vilar

Desde Santiago, Bruselas o Idaho continúan al más alto nivel en los campos de la química, la física y las matemáticas

31 may 2024 . Actualizado a las 12:50 h.

Si no alcanzaron la excelencia en la selectividad, se quedaron muy cerca de ella. Las notas de los alumnos gallegos Óscar Rivero (10), Alejandro Vilar (9,86) y Leticia Vázquez (9,8) en la fase general de la prueba de acceso a la universidad fueron el broche a tres expedientes impecables, que no se quedaron ahí. Lejos de acomodarse a esos resultados, los que comenzaron la universidad hace más de diez años siguen peleando por ser los mejores en su campo, desde el mundo académico y la empresa privada. ¿Dónde? En Santiago, Bruselas o Idaho (Estados Unidos).

Podría haber estudiado cualquier cosa, pero las matemáticas se impusieron sobre todo lo demás después de participar en unas olimpiadas. Con la máxima nota, un 14 sobre 14, Óscar Rivero (Xinzo de Limia, 1994) cursó un doble grado de Matemáticas e Ingeniería Física en Barcelona. «Llevaba muy bien el curso y me veía con bastante confianza, animado. Entonces, los dobles grados no estaban tan de moda y las notas de corte no eran altas. Necesitaba un 12», recuerda. Esa tranquilidad fue la que le permitió no cometer ni un solo fallo. Eligió la Universidad Politécnica de Barcelona por una beca, y de los cinco años que duraba la carrera le bastaron cuatro. Continuó en la misma facultad e hizo primero un máster de un año y luego el doctorado en la rama de teoría de números, con una estancia de cuatro meses en Montreal (Canadá) y que terminó en febrero del 2021. Y su formación no se quedó ahí. «Me gustaba la idea de continuar la vida académica, de docencia e investigación», explica. Así que siguió con la formación posdoctoral con estancias en la Universidad de Warwick (Reino Unido) y en el Instituto de Ciencias Matemáticas Simons Laufer de Berkeley (Estados Unidos).

Óscar Rivero, en la facultad de Matemáticas de Santiago
Óscar Rivero, en la facultad de Matemáticas de Santiago XOAN A. SOLER

Desde septiembre del año pasado, está ligado a la Universidade de Santiago como profesor en la Facultade de Matemáticas e investigador en la rama de teoría de números. ¿Entraba en sus planes regresar a casa? «Tenía claro que en algún momento quería volver. Ahora, la vida da muchas vueltas. Lo único que tengo claro es que quiero seguir dedicándome a las matemáticas e investigando. El sitio, según las opciones». Pero al estar cerca de casa «y hacer algo para mejorar las matemáticas en Galicia», siente que contribuye a un ecosistema que lo interpela más personalmente.

Sin contar las optativas, la de Leticia Vázquez (Ourense, 1995) fue la segunda mejor nota de Galicia en la selectividad del 2013: un 9,8. De cuando preparaba la prueba, recuerda las intensas jornadas de estudio que se recompensaban con un paseo a última hora con su madre. Eligió Ingeniería Química en la Universidade de Santiago después de dudar con Química: «Fue un acierto. Me gustaba más la estrategia industrial, implementar el producto de ventas».

Leticia Vázquez trabaja en Idaho, Estados Unidos
Leticia Vázquez trabaja en Idaho, Estados Unidos

Al otro lado del Atlántico

El salto llegó cuatro años después, cuando decidió cursar un máster en la Universidad de Arizona. Una vieja conocida, ya que durante el grado hizo una estancia de un cuatrimestre en Arizona. Fue allí donde comenzó a interesarse por los semiconductores, una rama que no había estudiado en España.

Al terminarlo, comenzó a trabajar en Micron, una empresa de semiconductores: «Llevo aquí desde que me gradué, cinco años. De momento, estoy contenta. Me gusta lo que hago, pero no descarto volver a Europa. Echo de menos a mi familia y a mis amigos. Me gustaría estar más cerca». Pero si quisiese dejar Idaho (Estados Unidos) y volver a España, tendría que dejar el campo de los semiconductores. «Tendría que cambiar de carrera», afirma.

A su favor en las pruebas de acceso a la universidad, dice Alejandro Vilar (Rábade, 1993), jugó que iba a estudiar Física. «Non tiña nota de corte e iso fíxome enfrontar a proba con tranquilidade. Creo que me axudou a render», explica. La cifra de ese rendimiento fue un 9,86 en la fase general. Le gustaba la física, pero también las matemáticas. Y como en el 2011 no había doble grado, mantuvo la duda durante los cuatro años de carrera de si había tomado la decisión correcta. «Pola miña conta fixen materias de Matemáticas», recuerda. Al terminar, siguió alcanzando la excelencia y consiguió una beca de la Fundación Barrié para hacer un máster en el extranjero. Lo hizo en la Universidad de Cambridge, una experiencia muy positiva pero que también lo obligó a parar: «O nivel de exixencia era moi alto. Rematei queimado, saín un ano do mundo académico e estiven traballando na empresa privada».

Alejandro Vilar está haciendo un posdoctorado en Bruselas
Alejandro Vilar está haciendo un posdoctorado en Bruselas

Pero la curiosidad y necesidad de aprender todavía más solo podía satisfacerla en la universidad. Así que volvió a Santiago e hizo la tesis en el departamento de física de partículas sobre física teórica. Ahora está con un posdoctorado en Bruselas, y el año que viene se irá a Vancouver (Canadá). «A experiencia que estou a vivir en Bruxelas non a podería ter en Galicia». Con suerte, espera poder volver a casa.