
El actor Rowan Atkinson intenta superar su papel histriónico más célebre para meterse en la piel del detective de Simenon en un drama de la ITV británica
03 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Por muchos años que pasen, Rowan Atkinson seguirá siendo para muchos el excéntrico y raro Mr. Bean. Ahora, el actor británico quiere dar la espalda a ese personaje, dejar a un lado la comedia y convertirse en un buen detective, de la mano del inspector francés Jules Maigret. Para ello, aceptó la oferta de la cadena ITV, que tuvo que llamar varias veces a su puerta hasta conseguir su sí para que protagonizara su serie dramática Maigret.
«Un amigo me advirtió de que haré el papel de alguien mucho más cercano a mí que ninguno de los personajes que he hecho hasta el momento», explicó Rowan. De hecho, el conocido intérprete está preocupado por el resultado, dada la simpleza de carácter de Maigret, ya que le parece más fácil conseguir el resultado del despistado Mr. Bean o el exagerado Blackadder.
«No le gusta la ópera, no tiene esqueletos en su armario, no tiene un acento francés, no camina con una cojera. Pero pensé que lo que podría hacer bien es su consideración y compasión», explicó a la prensa el actor. En definitiva, Maigret es un hombre muy normal haciendo un trabajo inusual, poco tiempo después de la ocupación nazi, cuando había todavía una gran cantidad de crimen organizado en la capital francesa. Una vida discreta y lejos de la prensa del corazón como la que procesa el propio Rowan, quien estuvo casado durante veinte años con la maquilladora Sunetra y de la que se divorció el año pasado.
El actor se enfunda para este papel un traje azul, camisa blanca impoluta y una pipa, y se traslada a la ciudad de Budapest, a un set que está ambientado en el París de los años 50, para dar vida a Maigret, el detective protagonista de los setenta y cinco libros del belga Georges Simenon. El equipo de rodaje se decantó por Hungría tras los ataques terroristas en Francia del pasado noviembre. «Algunas escenas iban a ser filmadas en París, pero ese plan tuvo que ser descartado. Budapest fue el sustituto perfecto, ya que se parece más al París de 1950 que el París actual», puntualizó el productor Jeremy Gwilt.
La obra elegida para el primer telefilme es Maigret tiende una trampa, un especial de dos horas en el que un Rowan paciente y meticuloso tiene que perseguir al presunto asesino de cuatro víctimas por el barrio de Montmartre en el verano de 1955, ante el temor de las autoridades de que este siga llevándose más vidas por delante. Por el momento, esta primera entrega de Maigret no ha convencido a la crítica británica, que no ha valorado la interpretación y sigue asociando a Atkinson con la histriónica figura de Mr. Bean, pero tendrá una nueva oportunidad con la segunda entrega, prevista para otoño.