Veinte años después de su polémico caso judicial, la exconcejala de Ponferrada cuenta su calvario en una serie de tres capítulos de Netflix con el fin de «ayudar a otras mujeres»
05 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Hace veinte años que Nevenka Fernández, una joven de 26 años, se atrevió a dar un paso al frente y a denunciar a su acosador, un viudo 23 años mayor que ella. Ella era concejala de Ponferrada (León) y él, Ismael Álvarez, el alcalde. Él era viudo; ella, joven y sin compromiso, y ambos habían mantenido una relación sentimental hasta que ella decidió que se había acabado. Él se negó a aceptarlo y ahí empezó el calvario para ella. Lo habitual entonces habría sido soportarlo en silencio e intentar sobrevivir al hostigamiento, pero Nevenka dijo basta. Y lo dijo cuando aún nadie lo hacía. Cuando no existía el MeToo, el machismo no se ponía en cuestión y una mujer podía ser considerada sospechosa por un juez por vestir minifalda.
Pero ella no se amilanó y anunció una querella criminal que obligó al alcalde a dimitir tras ser condenado por acoso sexual; a ella, a marcharse de España con su nueva pareja para huir de la presión de los medios, y a su familia, a recluirse lejos de Ponferrada. Después de dos décadas de silencio, Nevenka Fernández, que actualmente reside en Irlanda junto su familia, donde trabaja como economista, rememora el «calvario» por el que pasó en una serie documental de tres capítulos que desde hoy llega a través de Netflix a todos los rincones del mundo.
Su objetivo es «ayudar a otras mujeres que están pasando por lo mismo y no se atrevan a denunciar por miedo a las represalias», explica a Efe su madre, Francisca García. Asegura que todo lo que Nevenka quiere contar «está en la serie» y no quiere exponerse más para proteger la estabilidad que tanto le ha costado conseguir.