Niños gallegos emulan prácticas de «El juego del calamar» en el recreo

Mónica Pérez
Mónica Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

PLATA O PLOMO

Youngkyu Park | EFE

Los expertos advierten que muchos han visto la famosa serie de Netflix

19 oct 2021 . Actualizado a las 21:00 h.

El juego del calamar ya ha llegado a los recreos de los niños de Primaria en Galicia. Lo constatan los educadores, que desde hace semanas, ven con una mezcla de desasosiego y estupefacción cómo niños de ocho, nueve y diez años, han tenido acceso de forma directa a la serie surcoreana que se ha convertido en todo un fenómeno mundial a través de Netflix. La ficción, con contenido violento, no está recomendada según la plataforma para menores de dieciséis años.

Y la preocupación no se queda solo en la comunidad. Un colegio de Madrid ha prohibido los disfraces relacionados con la serie para Halloween y desde el Consell de l'Audiovisual de Cataluña (CAC) han instado a evitar la exposición de los menores de edad a «contenidos inadecuados».

«Desde hace años venimos advirtiendo que hay menores que consumen sin filtro ni control pornografía, juegos que incitan a la ludopatía,... Ahora ha llegado esta serie y saltan todas las alarmas porque son contenidos violentos, pero ¿son menos tabú que la pornografía o la ludopatía? Niños de ocho o diez años les han dicho a los profes que ven El juego del calamar con sus padres», reflexiona Manuela del Palacio García, psicóloga educativa y presidenta de la Sección de Psicoloxía Educativa do Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia.

Sylvie Pérez, psicopedagoga y profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Educación de la UOC, va más allá y asegura que «que los niños lo estén llevando a cabo en los colegios no necesariamente implica que hayan visto la serie». Es decir, aunque no hayan visionado la ficción directamente, que los hay que sí, a todos al final les llega la temática a través de múltiples canales como youtubers, Tik Tok, gifs, memes, videojuegos...

«Sí profe, ya la vi hace mucho. De hecho se la recomendé a mi madre», explica Manuela del Palacio que le respondió una alumna de secundaria cuando le preguntó por la serie. La psicóloga educativa se pregunta el motivo por el que cuando se va a comprar un juguete, sobre todo a edades tempranas, siempre se siguen las recomendaciones de edad, pero que eso con otros contenidos como series, películas o videojuegos no se respeta. «Los niños no filtran bien hasta donde pueden llegar en la realidad y en el juego», señala. Aunque asegura que no «creemos ahora mismo que haya un efecto lineal, que esta serie en concreto provoque un comportamiento agresivo, lo que sí está comprobado científicamente es que el consumo de este tipo de contenidos con violencia afectan a las conductas prosociales, a la empatía, al compromiso moral y ético y se asocian con un aumento de actuaciones y pensamientos agresivos».

«La serie pervierte el juego»

Sylvie Pérez explica que «la serie se apropia de los juegos infantiles, los roba para su guion». Asegura que muchos niños han rebautizado al tradicional escondite inglés como El juego del calamar, y recuerda que en la serie «ese juego como tal, con ese nombre, es el último, y es un juego que se parece un poco a la rayuela (luz verde, luz roja), pero no tiene nada que ver con el escondite inglés».

La psicopedagoga explica que el problema no es el juego, «siempre se ha jugado a matar, el juego sirve para canalizar la agresividad y para aprender a relacionarnos con los otros». «El problema es que en la ficción mueren de verdad y esto es muy difícil de entender para un niño que no tiene la habilidad cognitiva desarrollada», añade.

«Siempre hemos jugado a matar, pero canalizábamos la agresividad a través del juego simbólico. La serie pervierte el juego, juegos que son de niños y que en la ficción, en la estética, los convierte en atractivos, infantiloides». E incide en que mientras en los juegos hay reglas, y los niños aprenden a través de ellas, en El juego del calamar la conclusión es que «no puedes equivocarte. ¿Qué mensaje les estamos dando a niños y adolescentes si un error implica perder, un error implica un castigo que es la muerte? No te puedes equivocar. Un error te lleva al fracaso total», resume.

«Cabe preguntarse qué objetivo tenemos para los ciudadanos del futuro, cuando nos ponemos a ver esta serie con ellos», reflexiona Del Palacio. Pérez, por su parte, se pregunta porque los padres permiten ver esta serie pero no otra de éxito como Sex Education: «Porque el sexo es tabú y la violencia está normalizada».