Basada en la conocida novela histórica de aventuras, la nueva adaptación de Disney+ tira la casa por la ventana. Se presenta como una de las series de la temporada
18 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Poco antes de hacerse mundialmente conocido en El pájaro espino, el británico Richard Chamberlain ya había dado qué hablar protagonizando Shogun, una aplaudida miniserie basada en la novela homónima de James Clavell estrenada en 1980. Ahora llega una nueva versión de la misma historia, impulsada por Disney+, que no ha escatimado en gastos a la hora de presentar el Japón de comienzos del siglo XVII. El vestuario de época y la dirección de arte son excepcionales, con un loable diseño de producción, costoso y esplendoroso.
Comienza el espectáculo con un buque a la deriva, tripulado por un puñado de hombres desesperados que han esquivado el escorbuto. El navío, casi fantasmal, con las velas rasgadas y el mástil roto, va a parar a las costas de Oriente y, durante diez episodios, se relata la travesía de un navegante inglés que pasa de ser un mercenario saqueador en busca de fortuna a convertirse en un respetado samurái. Los malos modales que muestra al irrumpir en la vieja Osaka se transforman, poco a poco, en un ejemplo de entendimiento entre culturas.
John Blackthorne, a quien pone rostro castigado Cosmo Jarvis, visto en la estimable Lady Macbeth, desembarca con poca energía en un país ajeno donde es un forastero con pocas posibilidades de sobrevivir. Se presenta como un sujeto lleno de prejuicios que van cayendo a medida que se integra en una civilización tan dura como fascinante. Rodeado de extraños, entabla amistad con un señor feudal que busca afianzar su poder. Hiroyuki Sanada (El último samurái) encarna a Toramaga, férreo mandatario con todo en contra para hacerse con las riendas del país del sol naciente: alguien tiene que unir los diferentes reinos y convertirse en Shogun, «un gran general apaciguador de los bárbaros».
Es este un apasionante culebrón bélico que ya ha sido inevitablemente comparado con Juego de tronos. Por supuesto, no falta épica feudal en Shogun que, con un muestrario de personajes fascinantes, cada cual con sus traumas y anhelos, enganchan al espectador, imbuido en el drama, la traición y la sospecha. Los escenarios, las vestimentas y la descripción de paisajes y ciudades son exquisitos, aún sabiendo que la mayor parte de lo que vemos es artificial; la estética es impoluta, con efectos visuales cuidados al máximo. De momento, cuenta con puntuaciones excelsas en la red que le han colocado en los primeros puestos de la historia del formato, junto a The Wire o Chernobyl.
Rachel Kondo y Justin Marks (Counterpart) firman como creadores de Shogun. Completan el elenco Anna Sawai (Monarch: El legado de los mosntruos), Tadanobu Asano (Mortal Kombat), Fumi Nikaido (Inuyashiki), Nestor Carbonell (Lost), Tokuma Nishioka (The Naked Director), Takehiro Hira (Giri/Haji: Deber/Deshonor) y Shinnosuke Abe (13 asesinos).