Marcela Morelo caldeó el ambiente antes de que los «Habichuela» subieran al escenario Apoteosis playera. Ésa es la definición más adecuada para lo que ayer se vivió en el arenal coruñés de Riazor. Alrededor de 50.000 personas acudieron a disfrutar de las fusiones flamencas de los familiares del Habichuela.
15 ago 2000 . Actualizado a las 07:00 h.No llegaron a los 100.000 incondicionales que el manager del conjunto asegura haber visto reunidos el pasado domingo en Laredo (Santander). Aunque esas cosas de números siempre dependen de quien las cuenta. Antes de que el trío saliera al escenario, la gente había recibido una buena dosis de romanticismo a cargo de una impresionante Marcela Morelo. Así que, cuando los Ketama aparecieron, les resultó sencillo enamorar a la concurrencia. Si la arena hubiera sido tabla, allí se habría organizado una juerga de récord Guinnes. Hubo incluso quien optó por vivir el concierto desde el agua valiéndose de una barca. Aunque el ritmo las hizo vibrar, no hubo que lamentar ningún ahogado, y eso que tampoco faltaron espectadores que se decidieran a bañarse mientras disfrutaban del espectáculo. Los puristas pueden no estar muy de acuerdo con este híbrido de flamenco que practica el grupo. Pero el cariño del público se lo han ganado a pulso.