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¿Qué he hecho yo para merecer esto?

RUBÉN VENTUREIRA A CORUÑA

SOCIEDAD

Juan Martínez, uno de los protagonistas de la película rodada en 1984 por Almodóvar, mendiga en A Coruña desde hace tres años Fue Carmen Maura quien popularizó la frase «¿qué hace un chico como tú en un sitio como éste?». Eso le preguntaría a Juan Martínez si hoy lo viese a las puertas del «Claudio» de Alfredo Vicenti, en A Coruña, pidiendo «unos durillos para dormir de pensión». ¿Qué conexión puede haber entre la Maura y el mendigo? La hay: fueron madre e hijo en la ficción almodovariana de «¿Qué he hecho yo para merecer esto!». Eso ocurrió en 1984. Ésta es la historia de Juan Ramón Martínez Estévez. La historia de un precoz chico Almodóvar que hoy pide limosna a las puertas de un supermercado coruñés. ¿Qué hizo él para merecer esto?

25 mar 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

¿Qué he hecho yo para merecer esto! Un clásico. La protagonista es Carmen Maura, ama de casa de clase medio-baja que tiene un marido arisco al que se carga de un jamonazo, una suegra tan simpática como senil, un hijo homosexual y otro que es camello. Toni se llama este último. Han pasado 17 años, pero Juan Martínez conserva algo del Toni que fue. Está a las puertas del súper. El periodista habla con él. -Tú eres el que hizo de hijo de Carmen Maura en... -(Completa la frase) ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Sí, soy yo. -Es una de mis favoritas. -¿Sí? Sus párpados son ahora diques. Sujetan una marea de lágrimas. Parece orgulloso de que lo hayan reconocido, pero también dolido porque un viejo admirador compruebe cómo lo azota el presente. -¿Pero cómo has llegado hasta aquí, Juan? -La mierda de la droga, tío, esa mierda.... Otra vez sube la marea. Golpea con su mano la pared del súper. Sale una clienta. Sin dejar de hablar con el periodista, le abre la puerta a la mujer. Recibe veinte duros. La última escena La charla sigue. Recuerda su última escena en la película de Almodóvar. Recuerden con él. Juan Martínez, Carmen Maura y Chus Lampreave. Madre, hijo y suegra, en un desierto urbano de tierra. La abuela y el nieto se van al pueblo. El autobús va a salir. El chaval mira a su madre. Y le da un consejo. -Y que no me entere yo de que te vas a tomar pastillas. Eso le dice. Juan lo repite un par de veces, feliz por haber clavado la frase tantos años después. «Lo tengo todo aquí», explica señalando la cabeza. Recado a Almodóvar El cinéfilo se presenta como periodista. «Saca la historia, a ver si me echan una mano. ¿Leerá esto Almodóvar?». Cruzamos la calle. Vamos a un parque donde Juan gira la manivela de los recuerdos. Cuenta que nació el 11 de mayo de 1967 en Eibar. Que sus padres emigraron a Madrid. Creció en Malasaña, barrio castizo de la capital poblado de garitos nocturnos y camellos. Cuenta que aparcó el cine por la Legión. Estuvo dos años en Fuerteventura cantando El novio de la muerte. Volvió a Madrid. Enseguida se fue a Bosnia. Nueve meses. «Me dieron la medalla al mérito y al valor por salvar a una niña de ocho años. Su madre murió de un balazo cuando estaba cruzando un puente con ella en brazos». Regresó a la capital española con el menisco destrozado. «Mi padre murió en mis brazos. Y mi hermano, al que mataron las drogas, también. A partir de ahí fui así», dice mientras alza una mano y la baja hasta alcanzar el suelo. Rehabilitación Acabó en la cárcel, «porque tenía una causa pendiente». No fue su primer encierro. Ya había penado en el reformatorio por tráfico de drogas. La asociación Remar le abrió la puerta de la libertad. Aceptó el programa de rehabilitación. Lo trajeron a Galicia. «Recorrí Lugo, Pontevedra, Vigo, La Coruña....». Reparaba muebles, hacía mudanzas. «Acabé mal con los de Remar». En la calle, y sin un duro, empezó a mendigar. Lleva así tres años. No se vende como chico Almodóvar para recaudar más. -¿Quién se lo iba a creer? Remarca que está rehabilitado, que pide para comer y dormir bajo techo. Si se le preguntas directamente, estalla. -¿No me ves? ¿Tiemblo? ¿Me rasco? Ahora estoy con la metadona. No soy un yonqui.