Los coffeeshops-cars de Holanda, los nuevos comercios a los que podrán acudir los clientes subidos en su coche para comprar, totalmente amparados por la legislación, venderán hasta un máximo de 30 gramos de hachís o marihuana a cada persona, explicaron las autoridades locales. Aunque Holanda tolera la venta de drogas blandas en pequeñas cantidades, incluso sin hacer distinciones entre nacionales y extranjeros, pues se lo impide la propia Constitución y el Tratado de Schengen, tanto el cultivo como la distribución de marihuana son considerados delitos graves en el país. Legalización controlada Pero eso no parece ser óbice para que el Ayuntamiento de Venlo dé una vuelta de tuerca más en favor de la legalización controlada de los estupefacientes. No en vano, un responsable del Gobierno local, M. Aerts, del Partido Liberal, de tendencia conservadora, presentó hace unos meses una iniciativa pidiendo que se permitiera la venta de drogas en los supermercados de la ciudad. «Se podrían vender de la misma forma que la revista Play Boy o los preservativos», manifestó Aerts, quien, por el momento, no ha visto hecha realidad su propuesta.