El monumento llevaba once años cerrado La Torre de Pisa, que lleva once años cerrada, abre hoy sus puertas al público. El comité de expertos responsable de las obras entregó ayer las llaves de un edificio «enderezado» 40 centímetros. La Torre «se mantendrá en pie otros 300 años», según profetizó el director de dicho comité, Michele Jamiolkowski.
16 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.«La restauración de la Torre inclinada ha sido una odisea apasionante», confesó el ingeniero Michel Jamiolkowski, orgulloso de poder garantizar la supervivencia de una construcción cuyo defecto le ha hecho famosa en el mundo pero, al mismo tiempo, amenazaba su propia existencia. Este profesor universitario, de 69 años y origen polaco, se convirtió ayer en uno de los protagonistas de la simbólica «devolución» de la Torre, tras haber tenido que superar todo tipo de dificultades técnicos y burocráticos para finalizar su proyecto. La técnica escogida para enderezar el edificio fue la de extraer toneladas de tierra situada bajo el campanario en la parte opuesta a la inclinación, de manera que el edificio cediera sobre ese lado y se asentara. Técnica probada con éxito La intervención definitiva, comenzada en enero de 1999 con infinitas precauciones, recuperaba un antiguo proyecto de 1962 del ingeniero romano Fernando Terracina, cuya técnica de estabilización de edificios históricos ya había sido probada con éxito en la catedral de Ciudad de México. En medio de la alegría que reinaba ayer entre ciudadanos y comerciantes de Pisa parece quedar lejos la fecha del siete de enero de 1990, cuando el entonces ministro de Obras Públicas, Giovanni Prandini, ordenó cerrar el monumento.