Currículos hallados en la basura prueban que una empresa sigue criterios racistas para contratar personal Una bolsa de basura mal cerrada ha sido el detonante del escándalo. En ella se encontraban varios currículos y solicitudes de empleo con anotaciones sobre los posibles aspirantes con tono xenófobo y despectivo. La exclusiva cadena de supermercados madrileños Sánchez Romero, cuyas oficinas se encuentran a 30 metros del lugar donde aparecieron los documentos, parece la responsable, aunque niega su implicación. Comisiones Obreras denuncia el «atropello» y exige una investigación.
03 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Humillantes anotaciones como «No, por gitana y fea» o «Es extranjero, parece un indio» son las causantes de que la política de contratación de los supermercados Sánchez Romero se encuentre en tela de juicio. La empresa niega cualquier relación con estos currículos y ha afirmado a este periódico que entre sus empleados cuentan con personal de distintas razas y procedencias, aunque no ha facilitado la posibilidad de entablar contacto con ellos. Una de las personas rechazadas es una joven que padecía leucemia en el momento de la entrevista de trabajo. La joven, que ha solicitado permanecer en el anonimato porque tiene familia en Vigo, comenta que en la propia entrevista la invitaron a volver pasados unos meses, ya que no tenía pelo por el tratamiento de su enfermedad. Junto a su currículum aparecía la nota: «Leucemia, radioterapia. En dos meses tendrá pelo. Guapa». Atropello Antonio Ruda, secretario general de la Federación de Comercio de CC OO en Madrid, ha valorado este suceso como «un atropello a la dignidad y a la vida privada de los aspirantes a trabajar en esta red de supermercados». Ruda explica que no ha podido contactar con la dirección de Sánchez Romero y que el sindicato piensa denunciar los hechos al Gobierno de la Comunidad Madrid para que se abra una investigación. La Agencia de Protección de Datos también se ha interesado por la situación e incoará un expediente informativo, según anunció su director a la Ser. Las solicitudes de empleo de la discordia, que aparecieron a 30 metros de las oficinas de la cadena de alimentación, constituían la respuesta a varias ofertas que los supermercados habían realizado a finales del año 2000 para cubrir los puestos de aparcacoches, secretarias de dirección, responsables de marketing y cajeras. Entre los documentos abandonados también aparecen manuales de funcionamiento interno de la empresa, estadísticas de ventas y listados de bolsas de trabajo de ayuntamientos de la comunidad como el de Alcobendas. Este municipio ha suspendido temporalmente su colaboración con la empresa.