Todavía recuerdo el día en que cumplí los dieciocho. No hace tanto tiempo, así que aún lo tengo fresco en la memoria. Esto viene a cuento porque el príncipe Harry llega hoy a la mayoría de edad con la intención de limpiar su pasado con las drogas y el alcohol. Ahora asegura que fue un error y que quiere seguir la misión que su madre no pudo terminar al frente de distintas organizaciones de caridad. Y, aunque su padre le ha propuesto celebrar una fiesta universitaria, el príncipe ha preferido un domingo familiar. ¿Y qué se imaginan que le van a obsequiar a este chico en una fecha tan señalada? Sólo sé lo que le va a regalar su abuela: un escudo de armas. Para mí que un disco o un juego de ordenador le harían más ilusión, pero la tradición manda. Sin Gracia, pero con Gwyneth Ayer se cumplieron veinte años de la muerte de Gracia de Mónaco. Y pensar en ella hace derivar mi mente hacia otra estrella de Hollywood que suena como su sucesora en los cuentos de hadas. Es Gwyneth Paltrow, cuyos encuentros con el príncipe Felipe -el último, hace unos días en Madrid- suscitan comparaciones entre las dos rubias actrices. Sin embargo, me da que esa supuesta relación, si ha existido, es un callejón sin salida. Y es que si Eva Sannum no convencía a los puristas, esta chica que, a un paso del altar, rompió con Brad Pitt tras haber protagonizado con él unas fotos robadas de alto voltaje, tampoco tiene futuro. Ha salido con Ben Affleck, ha aparecido semidesnuda en el cine y una de sus mejores amigas es Madonna. Además es guapa, rica e inteligente, y no está claro que quiera renunciar a una vida rutilante por un trono. Cena con el Rey Y ya que me he puesto tan monárquica, les diré para acabar que el Rey fue homenajeado anoche por el Concello de Sanxenxo con una cena típica en un hotel de la localidad en la que se degustó de lo mejorcito: camarones, vieiras, rodaballo y un buen albariño. A la cena asistieron varios conselleiros y el ministro Mariano Rajoy.