En octubre, se posaron sobre la cubierta de unos pesqueros en alta mar. Uno de ellos fue recogido a casi 400 kilómetros de las costas de Terranova y el otro en Gran Sol
23 sep 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Han pasado más de un año en el Centro de Recuperación de Aves de Cotorredondo en Pontevedra, ganando peso y recobrando el brillo de su blanco plumaje. Son dos ejemplares de búho nival, una especie protegida que habita en las zonas heladas del Círculo Polar Ártico y fueron traídos a Pontevedra en dos barcos pesqueros procedentes de Canadá y Gran Sol. Hacía más de quince años que no llegaba a Cotorredondo un animal de esta especie polar. La última vez que un buque trajo un búho nival fue en el año 1987. Sin embargo, los biólogos de este centro de recuperación están acostumbrados a tratar un gran número de aves que, como en esta ocasión, se posan exhaustas en las embarcaciones que faenan en alta mar. Según Pablo Sierra, encargado del centro de Cotorredondo, entre cuatro y ocho aves ingresan al año de la misma forma en esta clínica. Son en su mayoría rapaces y proceden de lugares tan distantes como Canadá, las Malvinas, la costa atlántica de África o Gran Sol. Exhaustos En este caso, los búhos nivales fueron encontrados junto a las costas de Irlanda y Terranova. Las aves, a menudo, se adentran en el mar y debido, por ejemplo, a una tormenta, se alejan demasiado de la costa. Desorientadas y exhaustas tras horas de vuelo, ven los barcos pesqueros y se posan en ellos para descansar. Uno de estos búhos se había alejado tanto de la costa, que acabó aterrizando en un buque que faenaba a 200 millas (370 kilómetros) de la costa de Terranova, en Canadá. Sobre la coincidencia temporal del hallazgo de las dos rapaces nocturnas -ambas fueron recogidas en octubre- en lugares tan alejados, Pablo Sierra explicó ayer que esa época del año es el momento en que los ejemplares jóvenes se emancipan de sus progenitores y son obligados a abandonar su lugar de nacimiento en busca de un nuevo territorio donde aparearse. Los dos animales fueron trasladados ayer a Madrid por carretera para embarcarlos después en un avión con destino a Finlandia. El Ministerio de Medio Ambiente finlandés se ha hecho cargo de los dos búhos nivales y los trasladará a una reserva natural al norte del país. A su llegada al centro de Cotorredondo, el estado de los animales era bueno. A lo largo de este tiempo, la labor de los biólogos ha consistido en recuperar el plumaje de los animales y en devolverles las fuerzas para su vida en libertad. Su alimentación se ha basado exclusivamente en ratas de laboratorio. Como el de Harry Potter Además, se les ha realizado un chequeo para conocer si estaban libres de dos enfermedades, requisito que pedían las autoridades finlandesas para su repatriación. El búho nival es un animal difícil de ver. Su imagen, sin embargo, se ha hecho muy popular gracias a la película Harry Potter , en la que ejercía de mascota del joven mago.