
La primera oveja clonada de Australia ha muerto a pesar de que parecía que gozaba de buena salud, pero cualquier posibilidad de llegar hasta la raíz de la misteriosa muerte desapareció cuando el cadáver en descomposición fue incinerado. La cremación de la oveja Matilda puso en alerta a los detractores de la clonación y la tecnología genética, que lamentaron que no se pueda llegar a determinar lo que sucedió. Rob Lewis, director ejecutivo del Instituto de Investigación y Desarrollo del Sur de Australia, dijo que Matilda murió el sábado pasado y no fue encontrada hasta el día siguiente. Una autopsia no pudo determinar la razón de la muerte súbita de la oveja y el cuerpo fue incinerado porque comenzó a descomponerse al quedar a la intemperie en las condiciones calurosas del verano. Nada extraño «Parecía muy saludable y animada el día que murió», dijo Lewis a Reuters. «No había nada que saltara a la vista en los órganos o el exterior del cuerpo. El cadáver fue incinerado porque estaba en muy malas condiciones. Para ser sincero, ya hedía bastante». Matilda fue la primera oveja clonada de Australia en el 2000 y marcó el inicio de los esfuerzos para producir ovejas con genes sobresalientes y mejorar la producción de carne y lana. Australia es el primer exportador del mundo de lana cruda, con unos 2.400 millones de dólares cada año de unos 100 millones de ovejas. Matilda fue creada por una tecnología similar a la que utilizaron científicos escoceses para crear a Dolly, la primera oveja que se clonó del mundo. Lewis dijo que no cree que un envejecimiento prematuro, un mal que afecta a Dolly, fuera la causa de la muerte de Matilda. Pero los críticos de las clonaciones animales están sorprendidos de que no se hayan hecho grandes esfuerzos para establecer la causa de la muerte. «Los animales no mueren y se descomponen en cinco minutos», dijo Bob Phelps de la Red de Etica Genética. «Eso no es realmente muy plausible».