Cuerpos un millón

Alba Díaz-Pachín alba.diaz@lavoz.es

SOCIEDAD

19 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Desde siempre ha existido el cuerpo 10, aquel 10 mágico y perfecto que representaba lo máximo, la cumbre, la repera, el sueño. 10 era el cuerpo de Bo Derek (en versión futbolín, pero 10 al fin y al cabo) y 10 se ha considerado últimamente a Elle Mac- Pherson. Y aunque no se dice tanto, 10 es Pierce Brosnan y unos cuantos (pocos) más. Pero hoy les traigo no 1, sino 9, y no 10, si no un millón. Un millón de dólares cada uno, porque son deportistas de élite y, por tanto, ya se imaginarán ustedes lo que cobran. Son la tenista Serena Williams , los futbolistas Brian McBride y Cobi Jones (de fútbol europeo pero en Estados Unidos), el golfista David Toms y el tenista Tommy Haas (los varones salen con sus parejas). El caso es que todos han posado para la revista Sport Illustrated, cuyo número de bañadores es un hito como el calendario Pirelli, pero en versión magacín. He de llamar la atención de mis avispados lectores en que las novias-esposas de los deportistas salen bastante más descocadas que sus parejas. La banda de la viagra dice que no, que están muy tapadas, pero no cuela. Millonario de pega Sigo en Estados Unidos. Allí 40 millones de personas vieron cómo Evan Marriott, un apuesto obrero, le pedía a Zora Andrich que se casara con él. «¡Pues vaya cosa! -dirán ustedes- nosotros vimos cómo Nández le pedía en matrimonio a La Vane, y tan frescos». Ah!, pero es que Evan Marriot se hacía pasar por millonario y Zora Andrich fue la elegida por él entre veinte guapísimas jóvenes que participaron en el último éxito de la audiencia televisiva, J oe millionaire . Lo de aceptar lo dijo ella en caliente, porque a ver lo que hace dentro de un mes. Si yo voy a un concurso a cazar a un millonario que está como un tren, me elige a mí de entre todas, y después me entero que está a dos velas, le coloco una demanda de diez mil folios que lo aplastarán a él y a la productora. Y no crean que soy materialista -¡fíjense que estoy enamorada de un voluntario...!- pero tampoco idiota. Síndrome de olor a pescado ¿Su compañero de trabajo huele como si llevase diez días bajo tumba? No lo tachen de guarro. Tal vez sufre el síndrome de olor a pescado, identificado por investigadores de Navarra, Países Bajos y Alemania en una española. No, no es broma porque se trata de una niña de cuatro años y es el primer caso documentado en España, pero hay 200 en el mundo. Decían los padres que de bebé no olía a bebé. Pues eso era lo que le pasaba a Grenouille , protagonista de El perfume , aunque casi, porque él no olía a nada.