Desarrollan un modelo teórico para enviar una sonda al centro de la Tierra

La Voz

SOCIEDAD

La misión, valorada en diez mil millones de euros, intentaría averiguar la composición del núcleo El proyecto, firmado por un prestigioso científico americano, ha sido publicado en la revista «Nature».

15 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

redacción n El ser humano se ha olvidado del suelo que pisa. Traspasadas las fronteras de nuestra atmósfera, visitados la Luna y Marte y fotografiados hasta los orígenes de nuestro universo, la composición del corazón de la Tierra sigue siendo un misterio en cuya resolución los científicos no parecen encontrar motivaciones para trabajar. Pero hay excepciones. Quizás la más distinguida sea la de David Stevenson, profesor de ciencia planetaria del Instituto de Tecnología de California, y uno de los astrónomos más reconocidos del mundo. Misterios sin resolver El último número de la revista científica Nature publica una propuesta teórica firmada por Stevenson en la que se desarrolla un método para enviar una sonda al centro de nuestro planeta que ayudaría a desentrañar algunos misterios como la composición o la temperatura exacta del núcleo, situado a 3.000 kilómetros de la superficie. Stevenson ha valorado la hazaña en diez mil millones de euros, el presupuesto en el que se mueve una misión no tripulada de la NASA. De concretarse, significaría un hito para la humanidad, ya que lo máximo que se ha conseguido penetrar en la estructura terrestre han sido diez escuetos kilómetros. «Mi intención es conseguir que la gente se dé cuenta de que hemos dedicado inmensos recursos a explorar el espacio. Sólo estoy pidiendo una compensación». La justificación de Stevenson es impecable, aunque él mismo reconoce que se arriesga a que sus colegas lo tomen a chufla, pues hasta la fecha alcanzar el corazón de la Tierra se ha revelado como una misión imposible. «La verdad, la principal reacción que espero es la risa», reconoce. Lo que este prestigioso astrónomo plantea es recrear una especie de volcán a la inversa. «Transportaríamos una pequeña sonda en una inmensa cantidad de hierro líquido que bajaría hasta el núcleo a través de una grieta que se iría abriendo gracias a la acción de la gravedad». La propuesta suena a entelequia pero, como el propio Stevenson hace notar, se puede considerar modesta si se compara con los objetivos ?y los logros? que se ha fijado la carrera espacial. ¿Qué información nueva ofrecerá la Tierra si finalmente se consigue alcanzar sus entrañas? David Stevenson no duda. «Cuando volamos a otros mundo, con frecuencia nos sorprendemos por las cosas que encontramos. Creo que sucederá lo mismo si decidimos ir hacia abajo».