Bruselas financiará los ensayos con células madre, pero con condiciones

La Voz

SOCIEDAD

España no podrá beneficiarse de fondos europeos si prohíbe la investigación con embriones Limita el uso de embriones a los que ya estaban congelados antes de junio del 2002.

09 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

La investigación con embriones congelados tendrá reglas más claras y, sobre todo, dinero público. La Comisión Europea tomó ayer la iniciativa para no perder el tren de la biotecnología al proponer financiar con fondos comunitarios los ensayos con células madre embrionarias, medida a la que se oponían varios países de tradición católica. Ahora bien, para superar los problemas éticos que siempre suscita una medida de este calibre, Bruselas impedirá que las ayudas vayan a parar a estados que, como España, prohíben este tipo de experimentos. La fórmula lanzada por el comisario europeo de Investigación, el belga Philippe Busquin, para apoyar los ensayos con embriones congelados es en realidad un decálogo, cuya regla número uno dice: «La UE no financiará la investigación de células madre embrionarias humanas en los estados miembros que la prohíben», que actualmente son España, Italia, Irlanda, Austria, Portugal y, en algunos aspectos, Alemania. Bruselas apuesta así por desbloquear hasta un máximo de cincuenta millones de euros para ayudar financieramente a los laboratorios que experimenten con embriones congelados entre los años 2003 y 2007. Esta partida presupuestaria forma parte del Sexto Programa Marco de Investigación y Ciencia de la Unión, dotado de 17.500 millones de euros. Impide crear embriones Ahora bien, Bruselas no quiere que su iniciativa sirva de excusa para producir nuevas células embrionarias, por lo que ?y esta es la segunda regla del decálogo? sólo concederá ayudas a los proyectos que utilicen embriones congelados, sobrantes de procesos de fecundación artificial , antes del 27 de junio del 2002, fecha en la que entró en vigor el Programa Marco de Investigación. Deberá tratarse, además, de embriones cuyo destino científico cuente con el «consentimiento informado» de los padres donantes, una vez superado el límite temporal de conservación que fija cada legislación nacional. La propuesta de la Comisión se completa con otros condicionantes, de tal forma que se obligará a los científicos a solicitar un dictamen ético sobre sus experimentos, a publicar sus investigaciones y a garantizar la trazabilidad y el seguimiento de las células madre. Tras varias semanas de discusiones en el seno de la Unión Europea, Busquin logró sacar a flote su iniciativa, que incluso dentro de la Comisión se topó con fuertes reticencias por parte de comisarios como es el caso de la española Loyola de Palacio (Energía y Transportes), la alemana Michaela Schreyer (Presupuestos) o el propio presidente del Ejecutivo, el italiano Romano Prodi. Para que entre en vigor, la propuesta todavía deberá ser aprobada por los Quince, previa consulta no vinculante a la Eurocámara. La Comisión Europea, en todo caso, y pese a las limitaciones que impone a la investigación, reconoce el potencial médico y científico de las células madre ?células básicas capaces de diferenciarse y dar lugar a células de tejidos y de órganos concretos?. Constituyen, admite, la esperanza de futuros remedios a enfermedades degenerativas y otras ahora incurables, como la diabetes, alzheimer o párkinson y abren la posibilidad de regeneración de órganos dañados por traumas o procesos naturales de envejecimiento.