Fallece el físico nuclear Edward Teller, el creador de la bomba de hidrógeno
SOCIEDAD
?asará a la historia como el padre de la bomba de hidrógeno, aunque hace tan sólo dos años admitiese que le había copiado el diseño a un becario. Edward Teller (Budapest, 1905) falleció el martes de un derrame cerebral a los 95 años en su casa de Stanford (California) rodeado por la polémica, que lo envolvió durante su vida. En una nota laudatoria sobre su figura remitida por el laboratorio donde trabajo hasta su retiro se asegura que «el doctor Teller fue un gigante de la física del siglo XX y un importante impulsor de la física teórica». Sin embargo, sus muchos detractores, que no ponen en discusión sus dotes para la investigación, lo tildan de científico loco, a semejanza del Doctor Strangelov que el genial director Stanley Kubrick inmortalizó en la película Teléfono rojo ¿Volamos hacia Moscú? . Teller, que profesaba un anticomunismo casi enfermizo, fue el verdadero promotor del proyecto bautizado como Guerra de las Galaxias que puso en marcha el ultraconservador Ronald Reagan durante su mandato como presidente de EE. UU., y siempre se negó a que Norteamérica ratificase cualquier tratado de no proliferación nuclear. Pero su dedicación a la ciencia nuclear con fines armamentísticos empezó mucho antes. En 1939, junto con el también científico Leo Szilard, convenció a Albert Einstein para que enviara una carta al presidente Roosvelt advirtiéndole sobre el inmenso poder destructor de la fusión nuclear y de la posibilidad de que Alemania lo utilizase. La misiva de Einstein, que luego se arrepentiría de haberla enviado, convenció a Roosvelt para poner en marcha el Proyecto Manhattan, que desencadenaría la creación de la bomba atómica. Pero Teller quería avanzar hacia un poder destructor mayor, a lo que se negó el director del Proyecto Manhattan, Robert Oppenheimer. Teller, aliado con el senador híperconservador McCarthy, el instigador de la caza de brujas, se desembarazó pronto de Oppenheimer, amigo de comunistas, y avanzó en su proyecto de destrucción masiva. En 1952 probó la bomba de hidrógeno, 700 veces más potente que la atómica.