Monstruos de todo tipo

Alba Díaz-Pachín

SOCIEDAD

ANDREW MILLIGAN

09 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Un inglés, ataviado con un viejo traje de buzo que pesa sesenta kilos, emergió ayer de las profundidades del famoso lago Ness (Escocia) tras completar un espectacular maratón submarino con el fin de recaudar dinero para una obra benéfica. Se llama Lloyd Scott y empleó doce días y doce noches en recorrer casi 42 kilómetros en el fondo del lago. Tras inspeccionar las profundidades, muchos curiosos le preguntaron si había logrado ver al legendario monstruo, a lo que él respondió: «Sólo vi dos peces, lo que significa que no hay muchos en el lago o que alguna cosa se los ha comido todos». No es el del lago Ness el único monstruo famoso que ha dado Gran Bretaña. Están, por ejemplo, Roger Moore y Sting. Ambos recibieron ayer sendas condecoraciones de la reina Isabel II, el primero fue nombrado caballero del Imperio y por tanto, se denominará sir; Sting, en cambio, está un paso más abajo en el escalafón: comandante del imperio británico, por su aportación a la música de este país. También podrían decir en Londres que se le premia por sus recientes revelaciones, ya saben, que hace el amor cada noche con su mujer y, si eso ya de por sí no fuera poco, lo hace durante ocho horas. No es de extrañar la cara de felicidad que muestra Trudy (algo que ya me suponía yo, pero pude confirmar viendo la foto de la derecha). Por cierto, para los interesados (y, sobre todo, interesadas) lo que sigue Sting es el tantra. Busquen información, busquen... Bob Dylan ha despertado los odios de más de un periodista en Alemania. El caso es que el cantante ha prohibido que se le tome ninguna imagen durante su gira por el país. Lógicamente, la reacción de los periodistas -que somos muy nuestros con los chuletas - no se ha hecho esperar: la Asociación de la Prensa Alemana ha hecho un llamamiento a sus socios para que boicoteen la gira del artista porque la libertad del ejercicio de periodista no puede supeditarse «al estado de ánimo de Bob Dylan». Desde aquí suscribo la medida. Ayer fue día de revistas y, la verdad, aunque esta semana no lean ninguna no les pasará nada. No se salva ni el ¡Hola!. Bueno, tiene alguna cosa digna de recordar: la mansión que ilustra sus primeras páginas, y que puede hacer las delicias de los nuevo ricos, una copia del Petit Trianon versallesco en Hollywood; háganse una idea. Tampoco están mal las imágenes de Paz Vega vestida de sí misma, la tripa de Ana García Obregón y el reportaje de Los Pecos (se parecen al dúo de Martes y Trece). Diez minutos dedica portada y superreportaje a... ¡los Beckham! Según la revista, se muestra a Victoria no como artista, sino «como esposa enamorada» (pues si ella ejerció de esposa enamorada, no quiero pensar qué diría de mí el cronista); también en Diez Minutos habla un Lecquio muy sensato, y dice que le pidió a su novia, María Palacios, que se casase con él, y que la chica que le dijo que nones. Lecturas se decanta por Paz Vega en su portada y Semana prefiere la churro-escapada de Rocío Carrasco con su novio Fidel y una foto-maldad de Isabel Sartorius hecha polvo al visitar su piso, asolado por un incendio. La joven está en baja forma pero si además se aprovecha el momento, pues sale la foto que sale.