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El juez desvincula las antenas de telefonía con los casos de cáncer de Valladolid

José María Francisco VALLADOLID

SOCIEDAD

RUBÉN CACHO

17 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid ha decretado el archivo de las diligencias del denominado caso García Quintana al estimar que no hay relación entre las emisiones de las antenas de telefonía situadas junto al centro educativo y la aparición de cáncer en cuatro de sus alumnos. El sobreseimiento de la causa se sustenta en la falta de pruebas que determinen si las antenas provocaron daños en la salud de los escolares. Los colectivos afectados recibieron la noticia como un auténtico «jarro de agua fría», aunque anunciaron que presentarán un recurso ante el mismo juzgado u otro de apelación ante la Audiencia de la capital vallisoletana. Marga Álvarez, presidenta de la Asociación de Padres del García Quintana, expresó su «rabia» al conocer la decisión judicial. «Así nunca sabremos cuál es la causa de la aparición de tantos cánceres en un colegio con 450 alumnos», subrayó. Por su parte, César Valmori, presidente de la Asociación Contra las Antenas de Telefonía, lamentó la resolución y recordó, que desde hace dos años, fecha en la que se ordenó el desmantelamiento de las antenas, «felizmente no ha aparecido ningún nuevo caso de cáncer». Valmori comparó el caso de las antenas de telefonía con el problema del tabaco: «Estamos, probablemente, ante una situación similar a lo que ocurrió con el tabaco; todos los informes científicos demuestran el riesgo de las emisiones y los efectos nocivos en la salud y, por tanto, algún día tendrán que actuar las administraciones». Sorpresa Los padres, además, expresaron su sorpresa porque la decisión del juez se ha producido una semana después de que se anunciaran nuevas diligencias. Marga Álvarez recordó que está aún pendiente la realización de un estudio epidemiológico sobre la salud de las personas que residen en las viviendas colindantes al colegio. El alcalde de la capital castellano-leonesa, Javier León de la Riva, por su parte, declaró que espera todavía un dictamen de estas características porque él siempre ha estado convencido de que las antenas no son el origen de la enfermedad que padecieron cuatro escolares. En el mismo auto de sobreseimiento se descarta también, por falta de pruebas, la comisión de un delito de prevaricación por parte de los políticos y funcionarios del Ayuntamiento de Valladolid que autorizaron la instalación de una treintena de antenas en la azotea del número de 5 de la calle López Gómez, situado junto al colegio afectado, en las inmediaciones de la Plaza de España de la ciudad.