El escándalo sexual hace peligrar el acceso del príncipe Carlos a la corona
SOCIEDAD
Los analistas creen que la Reina de Inglaterra se podría decantar definitivamente por su nieto Guillermo El heredero descartó explicar en la tele un suceso del que no se puede hablar
10 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.En la vida pública todo tiene un límite, incluido lo que puede aguantar el heredero de una de las monarquías más antiguas del mundo. En las últimas horas, el Príncipe de Gales, Carlos, hace frente, no sólo a tener que demostrar que los rumores sobre su posible homosexualidad son falsos, sinó que no fue pillado en un incidente homosexual con uno de sus ayudas de cámara. También hace frente a la posibilidad de que su madre, la Reina de Inglaterra, decida que la Corona se salte una generación y recaiga, tras su muerte o abdicación, no en su hijo Carlos, sino en su nieto Guillermo. Lo que comenzó siendo un rumor y un objetivo comercial para los rotativos ingleses, se puede convertir con el paso de las horas en la mayor crisis constitucional que ha vivido el Reino Unido desde el divorcio de Carlos y en el mayor escándalo para los Windsor desde la muerte de Diana. La principal crítica que se vierte contra el heredero es la nefasta manera en la que ha conducido esta crisis, para muchos, como el Daily Mirror , suficiente para que aquel nunca llegue a llevar la corona británica. La decisión adoptada por el propio príncipede que su secretario privado, sir Michael Peat, se acercara hasta las cámaras de la televisión para negar los rumores que ya corrían por las redacciones de todos los periódicos británicos fue un grave error: demostró, primero, que el miembro de la familia real en el centro de la polémica era Carlos; y segundo, que en su campamento había nervios y deseos por ocultar algo. Donde sólo había humo, el hijo mayor de la Reina prendió un fuego que amenaza con arrasar la casa Windsor. Cumbre en Highgrove El domingo por la noche, Carlos decidía celebrar una mini cumbre en su residencia de campo, en Highgrove, reunión a la que asistieron su hijo Guillermo y su novia Camilla Parker Bowles. Allí permanecerá el príncipe hasta mañana, cuando realice su primer acto oficial en Inglaterra desde que comenzaron los rumores sobre su posible bisexualidad. Una decisión adoptada en la mini cumbre el domingo por la noche ha sido no volver a dar un paso en falso ante la opinión pública, por lo que no habrá comparecencia en la televisión -tal y como se había especulado- ni se adoptarán medidas legales. Otra decisión adoptada el domingo en lo que Sky News califica como «consejo de guerra» fue la de contraatacar. Así, en el diario vespertino Evening Standard , Simon Solari, que fue durante 15 años ex ayuda de cámara del heredero de la corona de Inglaterra, salía en su defensa indicando que «las alegaciones sobre Carlos simplemente nunca podrían haber sucedido, porque ciertos sirvientes tienen ciertos papeles y George Smith, (que asegura haber visto a Carlos con Michael Fawcett en la cama), nunca pudo haber servido el desayuno al príncipe.